El ala más conservadora de los republicanos ha prometido presionar al Senado para desembarazarse de Janet Yellen. No han pasado ni tres días desde que Barack Obama apuntase a Janet Yellen como la sucesora del actual presidente de la Reserva Federal (FED), Ben Bernanke, y el ala más conservadora del Partido Republicano ya ha cargado contra ella.
Según ha informado la publicación especializada Politico, “un grupo de conservadores crítico con las políticas de estímulo de la FED se ha opuesto a la decisión del presidente Barack Obama de que el banco central esté liderado por Janet Yellen, y ha dicho que presionará a los senadores republicanos al respecto”. Además, el grupo Principios en Acción –una asociación benéfica afín al Tea Party- ha creado un portal digital, NoOnYellen.com, en el que economistas de corte neoliberal argumentan contra las políticas de la que será la primera mujer a cargo de la FED.
Yellen era la gran favorita para relevar a Bernanke, cuyo mandato expira en enero, después de que el actual número dos de la FED, Larry Summers, decidiera abandonar la carrera por el cargo.
La elegida tiene un perfil más continuista que Summers en relación con las políticas monetarias flexibles con las que Bernanke ha apuntalado la economía de EEUU en los últimos años. Sin embargo, y a pesar de ello, una de sus primeras tareas será la de articular un calendario para proceder a la retirada de estos estímulos con los que Washington ha inundado de liquidez los mercados. Hasta ahora, solo otra mujer, la rusa Elvira Nabiullina, había desempeñado un cargo similar.
La próxima presidenta de la FED es doctora en Economía por la Universidad de Yale, y en concreto de la clase del 1971. También ha sido profesora en centros tan prestigiosos como Harvard, la London School of Economics y Berkeley, en California, donde comenzó a dar clase en 1980 y donde recientemente se le ha otorgado el título de profesora emérita. Aparte de su trayectoria académica, ha desempeñado cargos en la Administración como presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca bajo el mandato de Bill Clinton entre 1997 y 1999 antes de comenzar su ya amplia experiencia en el seno de la propia Reserva Federal.
