EEUU no entrará en suspensión de pagos. Los republicanos de perfil más moderado, arropados por el presidente del Congreso, han mostrado su disposición a pactar con los demócratas aún sin el apoyo de sus colegas más conservadores. EEUU no entrará en suspensión de pagos. Esa es al menos la determinación de los republicanos de perfil más moderado, que este jueves en que se cumplían tres días de ‘cierre de Gobierno’ se han mostrado favorables a pactar con los demócratas un nuevo techo de deuda y evitar así el ‘default’ de la mayor economía del mundo.
El encargado de hacer llegar este mensaje de tranquilidad ha sido John Boehner, presidente del Congreso de EEUU. Su guante tendido a la administración Obama tiene lugar justo después de que el Tesoro alertara de que el impago tendría unas consecuencias para la economía global aún más dramáticas que las que conllevó la caída de Lehman Brothers en 2008.
La negociación a contrarreloj en la Cámara Baja estadounidense se sigue minuto a minuto y ha sido un congresista republicano el que ha filtrado a The New York Times estas palabras de Boehner a varios de sus correligionarios. El presidente estaría dispuesto incluso a saltarse la norma Hastert si es necesario por la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos.
En otras palabras, estaría valorando llevar a debate el aumento del techo aún sin contar con mayoría de respaldos dentro de la bancada conservadora. Una práctica que chocaría de frente con la postura que hasta ahora han defendido los más puristas dentro de estas filas, los seguidores del llamado Tea Party.
