La prima de riesgo italiana, que el pasado 28 de marzo se situaba en el entorno de los 350 puntos básicos, descendía esta mañana por debajo de los 330 puntos. Todo ello a pesar de la crisis política en la que se encuentra sumergida el país, que es, además, la tercera economía más grande de la zona del euro.
Así, la prima de riesgo italiana se situaba esta media mañana en los 327 puntos básicos, mientras que el bono a diez años del país ofrecía, en los mercados secundarios, un interés del 4,58% a los inversores que quieran hacerse con esos papeles soberanos. Esta cifra contrasta con el 4,79% ofrecido poco antes de las festividades de Semana Santa. Es decir, que los costes de financiación del país han caído.
Y han caído pese a que el país no tiene claro su futuro político más inmediato. Tras unas elecciones, las de febrero, que dejaron a Italia sin mandatario, ahora el presidente de la República, Giorgio Napolitano, ha convocado a diez sabios para que decidan qué medidas tomar en el corto plazo. Una convocatoria de sabios que primero recibió el aplauso de las formaciones políticas más importantes y que, poco después, recibió las críticas de esos mismos partidos.
Desde el ámbito conservador –liderado por la coalición que preside Silvio Berlusconi- han pedido a Napolitano que convoque elecciones anticipadas para el mes de junio. En febrero, el PDL de Berlusconi se hizo con la mayoría en el Senado. Sin embargo, no pudo formar Gobierno porque en el Congreso ganaron los socialistas.
