El banco británico Barclays, que hace unos meses sufrió una grave crisis de identidad al dimitir buena parte de su cúpula directiva tras descubrirse su participación en la manipulación del tipo de interés interbancario conocido como Líbor, ha anunciado que su plan de reestructuración comenzará en mayo por recortar 275 puestos de trabajo en Wall Street.
La noticia, publicada por la agencia financiera Bloomberg, explica que Antony Jenkins informará la semana que viene a los inversores de la entidad sobre los movimientos a seguir en los próximos meses. Jenkins, anterior responsable del negocio minorista del banco, es ahora el consejero delegado de la entidad tras la dimisión de Bob Diamond antes del verano. Aunque no quiere acabar con la división de banca de inversión –los 275 despidos en Wall Street pertenecen a esta unidad- sí se ha propuesto reducir su extensión y actividades.
El banco británico eliminará en total hasta 2.000 puestos de trabajo en el marco de la remodelación estratégica de la entidad acometida Jenkins. La entidad habría iniciado también el proceso de consultas en el Reino Unido para suprimir centenares de empleos e informará en las próximas semanas de la eliminación de más puestos de trabajo en Europa y Asia.
Este recorte de hasta el 10% de la actual plantilla de banca de inversión de Barclays, de los que 9.000 efectivos se encuentran en Londres, no es sin embargo tan dramático con el que pretenden acometer otros bancos, por ejemplo UBS. La entidad suiza, otra de las salpicadas por el escándalo del Libor, desmantelará parte de su negocio de renta fija y suprimirá 10.000 empleos.
