Mariano Rajoy partió ayer hacia Latinoamérica, en donde realizará una gira que le llevará por Perú y Chile para participar en diversas cumbres de Estado, al tiempo que en Davos (Suiza) comienza la reunión anual del Foro Económico Mundial, a donde ha enviado al ministro de Economía Luis de Guindos.
Tal y como informó EL BOLETÍN hace unos días, la presencia española en Davos -en todos los planos, no sólo en el político- será casi anecdótica. Supuestamente es una de las cumbres económicas del año, y hasta ella se acercarán políticos de la talla de Angela Merkel, así como el tecnócrata Mario Monti y varios congresistas estadounidenses (Barack Obama, sin embargo, no estará).
Pero Mariano Rajoy, tras destacar a Guindos en Davos, ha decidido otorgar la prioridad al continente latinoamericano (considerado, desde los comienzos de la crisis financiera, una potencia emergente gracias a países como Brasil, Chile o México). El mandatario español participará, además, en la VII Cumbre UE-América Latina y Caribe (UE-CELAC).
Esta cumbre se celebrará los días 26 y 27 de enero, pero antes tiene previsto realizar sendas visitas oficiales a Lima y Santiago de Chile con el objetivo de respaldar la presencia de las empresas españolas al otro lado del Atlántico. España ha tenido siempre a América Latina como una región estratégica para su política exterior y para la presencia de sus empresas, pero la zona ha cobrado más importancia aún con motivo de la crisis económica.
