El entramado financiero considera un paripé la interrupción de las vacaciones navideñas de Obama

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El entramado financiero considera un paripé la interrupción de las vacaciones navideñas de Obama

Barack Obama, presidente de EEUU, regresaba este jueves a la Casa Blanca tras pasar varios días de vacaciones en Hawaii. Muchas informaciones apuntan a que su retorno se debe, principalmente, a las negociaciones que tienen lugar entre demócratas y republicanos para alcanzar un acuerdo sobre el llamado 'Precipicio Fiscal' (Fiscal Cliff, en inglés) antes de que suenen las doce campanadas. Pero el entramado financiero niega con un ademán de mano esta posibilidad y sostiene que el mandatario ha aterrizado en Washington para aparentar que se trabaja en algo.

Lo más posible -según aseguraba esta mañana a sus clientes Jan von Gerich, analista del banco sueco Nordea- es que un acuerdo sobre el 'Precipicio Fiscal', que consistiría en pactar con los republicanos subidas de impuestos y reducción de gasto público con la intención de reducir, a su vez, el déficit público del país, no verá la luz hasta los primeros días de enero, como pronto. Una opinión que ya comparten algunos grandes medios de comunicación estadounidenses, como Politico.

"Esto quiere decir que Obama debe de estar bastante furioso: su regreso a Washington no tiene nada que ver con las negociaciones, y todo consiste en un tema de perspectiva, y de dar la impresión de cara a la galería de que está trabajando en ello como el líder que se espera que sea", explican desde la bitácora financiera Zero Hedge. "Y lo más irónico del asunto es que ahora todos quieren saltar por encima del 'Precipicio': un movimiento que desde luego es totalmente necesario en un país que necesita ponerle algún tipo de freno a su derroche", subrayan desde el mismo blog.

Actualmente las negociaciones para buscar una salida al 'Precipio Fiscal' se encuentran en punto muerto (y es así como llevan más de una semana) dado que los demócratas no logran que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, pase por el aro. Boehner, que dio asueto a la Cámara poco después de la marcha de Obama a Hawaii hace seis días (aunque pidió a los legisladores mantenerse listos para volver al trabajo en cualquier momento), afirmó el miércoles que ahora es el Senado, controlado por los demócratas, que tiene que dar el próximo paso pronunciándose sobre textos ya aprobados por los representantes.

Por su parte, el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid, no se mostraba ayer dispuesto a otorgar ninguna concesión. Reid dijo que Boehner es responsable del empantanamiento de las conversaciones y se declaró pesimista sobre un acuerdo a tiempo: "Vamos hacia el 'Precipicio' y la Cámara no está aquí". De no haber un acuerdo a tiempo, se producirán recortes automáticos del gasto público y aumentos de impuestos, en función de la legislación vigente. También se vaticina que los mercados entrarán en pánico, con órdenes de venta masiva en todo tipo de activos financieros.

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