Olvídense de Suiza. Incluso de Alemania. La última tendencia a la hora de trasladar el dinero al exterior es, según cuentan algunos asesores fiscales, abrirse un depósito en alguna entidad de Suecia o Noruega. Dos países europeos de potente economía que están fuera de la Eurozona.
Ambos países tienen su propia divisa: la corona. Además, Suecia está la UE y Noruega, no. Pero les une la inmunidad aparente a una posible debacle del euro. Sin embargo, si la moneda única se deshace ninguna de estas naciones podría librarse de un potente golpe económico.
¿Pero son seguros de verdad sus bancos? Los expertos creen que sí. Hace unos veinte años pasaron su propia crisis bancaria que ya parece haber quedado atrás gracias a un esquema que incluía en ambos casos, la creación de un banco malo y las inyecciones de dinero público.
La captación de capital ha llegado a tal grado que los principales bancos de ambios países, como el sueco Nordea o el Noruego DNB ASA estarían preparando planes específicos para atender a sus nuevos clientes internacionales, según cuenta The Wall Street Journal.
