Aún no sabe cómo. O no lo ha dicho. Pero tiene muy claro qué quiere. El nuevo consejero delegado de Barclays, Antony Jenkins, se propone ligar la cuantía de las retribuciones de los altos ejecutivos de la sociedad a su comportamiento como ciudadanos.
Durante los próximos meses Jenkins se ‘inventará’ un sistema para medir esta variable que ponderará y mucho, según afirma, en los salarios de los directivos de un banco que, tras su implicación en las manipulaciones sufridas por el índice libor tiene mucho que hacerse perdonar por los ciudadanos si quiere recuperar su reputación.
Jenkins asegura que la entidad tendrá en cuenta a partir de ahora qué repercusiones tienen las decisiones que toman sus directivos entre los accionistas, los clientes, los empleados y también la sociedad.
El nuevo primer ejectutivo de Barclays realizó estas declaraciones tras pronunciar una conferencia sobre ética y finanzas organizada por la fundación que preside el ex presidente de EEUU, Bill Clinton.