El Gobierno portugués propuso este lunes elevar los impuestos a las rentas del trabajo y del capital para compensar su decisión de dar marcha atrás y no subir las contribuciones a la Seguridad Social, que afectaba a todos los trabajadores por igual.
El anuncio vino de la mano del primer ministro luso, el líder conservador Pedro Passos Coelho, quien defendió la necesidad de adoptar nuevas medidas para mejorar la cuenta de ingresos públicos y reducir su déficit hasta las cifras prometidas a las entidades prestatarias de su rescate: la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE).
En declaraciones a los periodistas, Passos Coelho confirmó que el Ejecutivo busca «alternativas» a su propuesta inicial tras ser rechazada ésta por la oposición, sindicatos, grupos civiles e incluso la patronal, que han organizado en los últimos días varias protestas tras conocer que el Gobierno pretendía subir del 11% al 18% la contribución que paga cada trabajador del salario a la Seguridad Social y bajar al mismo tiempo del 23,75% al 18% la que abonan las empresas por cada uno de sus empleados con el objetivo de favorecer el empleo.
Después de dos semanas bajo fuerte presión -incluidas manifestaciones en 40 ciudades de todo el país- y dada la falta de apoyos, el Ejecutivo aceptó el sábado estudiar otras opciones. Tras reunirse con empresarios y sindicatos, el primer ministro anunció este lunes la propuesta detallada.
