Poco después de comer la Bolsa de Dublín registraba una caída del 0,52%. El Tigre Celta celebra hoy el referéndum nacional para ratificar el Pacto de estabilidad europeo que implica mantener la línea de la austeridad. Las encuestas otorgan la victoria al ‘sí’, y a los inversores no parece hacerles mucha gracia.
Los últimos sondeos conceden al ‘sí’ un apoyo del 39 % y al ‘no’ un 30 %, mientras otro 22 % del electorado se declara indeciso y un 9 % no tiene intención de acudir a las urnas en esta consulta popular, cuyo resultado, por cierto, no influirá en la entrada en vigor del acuerdo comunitario.
«El tratado de austeridad», como es denominado por los que se oponen a él, perpetuará los recortes en los gobiernos comunitarios. Según dice la Alianza de la Izquierda Unida y el resto de los detractores liderados por Sinn Fein, antiguo brazo político del IRA, esta es una fórmula que ha fracasado y por la que no tiene sentido seguir apostando.
En cualquier caso, los analistas del banco Nordea han explicado esta mañana en una nota a sus clientes que si el ‘sí’ vence e Irlanda ratifica finalmente este acuerdo «probablemente la presión sobre los bonos irlandeses se reduzca». También comentan que, por inercia, las aguas se calmarán puntualmente en el resto de la periferia europea, aunque esta calma «será limitada».
