Monti utiliza a Hollande para rebajar la presión de los mercados sobre Italia

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Monti utiliza a Hollande para rebajar la presión de los mercados sobre Italia

El tecnócrata que maneja actualmente Italia, Mario Monti, ha hecho honor a su denominación -«persona especializada en alguna materia de economía», según el Diccionario de la RAE- y ha conseguido suavizar la presión que los mercados ejercían sobre la deuda de este país. Para ello ha contado con la inestimable ayuda de François Hollande, el recién elegido presidente de Francia.

La llegada del socialista galo a la presidencia del segundo país más influyente de la zona del euro ha dado alas a Monti para poner contra las cuerdas a la canciller alemana, Angela Merkel. Hollande esgrime un discurso que defiende revertir la austeridad imperante en el Viejo Continente y sustituirla por apuestas destinadas a impulsar el crecimiento económico de la región. Monti ha aprovechado la jugada para volver a exigir a Berlín que mutualice la deuda europea y conceda luz verde a los famosos eurobonos.

De hecho, el tecnócrata italiano aseguró esta madrugada que esos eurobonos están de camino y que no tardarán «muchísimo en llegar». Estas declaraciones han sido realizadas poco después de que Hollande fuese presentado en sociedad en Bruselas, pues la cumbre europea de carácter informal que ha tenido lugar esta semana ha sido la primera a la que ha asistido el nuevo presidente francés.

Tal ha sido la presión que, conjuntamente, han realizado Hollande y Monti (al frente de la segunda y la tercera economía del euro, por detrás de Alemania) que Merkel se ha visto obligada a reconsiderar su postura, hasta ahora resumida en una frontal oposición a cualquier medida que significase asumir parte de la deuda de otros países del continente, y empezar a barajar si bien no la emisión de eurobonos, sí alguna alternativa a éstos, tal y como informaba este viernes la agencia Bloomberg.

Como sucede a menudo, estos movimientos políticos han tenido su eco en los mercados. Y, en particular, la deuda italiana, muy castigada junto a la española en las últimas jornadas, ha comenzado a suavizar su trayectoria.

Así, la rentabilidad que ofrece el bono a diez años italiano cotizaba este viernes por debajo del 5,62% (5,619%). El pasado 15 de mayo, esta cifra ascendía hasta 5,86%. El bono a cinco años lograba establecerse por debajo del 5% que superó a mediados de mes, y el bono a dos años ofrecía un interés del 3,66% en comparación al 3,75% que aparecía en las pantallas de los operadores no hace ni dos semanas. Los costes de financiación de Italia, en general, han caído.

«La rentabilidad de los bonos italianos y españoles ha caído. De hecho, los movimientos del mercado nos muestran cómo la presión hacia estos dos países se ha relajado en las últimas sesiones», explicaba esta mañana en una nota a sus clientes Jan Von Gerich, analista jefe de Nordea. El experto matizaba, no obstante, que había que establecer ciertas diferencias entre un país y otro: «En cualquier caso, España todavía encara mucha incertidumbre en el futuro más inmediato».

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