El Gobierno italiano tenía pensado comprar al menos 400 coches oficiales nuevos para la flota de la Administración, que es la mayor del todo el mundo en lo que respecta a vehículos de representación.
La noticia corrió como la pólvora por la internet, y las protestas no tardaron en llegar en las diferentes redes sociales, donde la indignación era generalizada, lo que hizo que el Gobierno se haya echado atrás en la adquisición de los vehículos.
La compra consistía en 400 coches de una licindrada nunca superior a 1.600 centímetros cúbicos, por un valor de 10 millones de euros. En un país donde existen 66.000 vehículos de representación, para los usuarios de las redes sociales parece una compra innecesaria.
El motivo que alega la Administración para realizar la operación, es los gastos de mantenimiento de algunos de los modelos más antiguos de la flota, que se solucionaría con la compra de estos nuevos vehículos de menor cilindrada a los existentes.









