El Ejecutivo que preside el tecnócrata Mario Monti planea establecer un recorte en la presión fiscal para las rentas más bajas de Italia. El viernes que viene, el Consejo de Ministros transalpino debatirá la posibilidad de rebajar del 23 al 20% la primera base del IRPF. Los cálculos son que tan solo la mitad de los 11.000 millones de euros recaudados en la lucha para la evasión compensan la reducción de impuestos a los italianos honestos y de rentas modestas.
Este debate tiene lugar mientras la ministra de Trabajo italiana, Elsa Fornero, se reúne con los sindicatos para abordar la reforma del mercado laboral, os contratos y la modificación de las prestaciones por desempleo. Además, el Gobierno pretende de esta manera aliviar también a los bolsillos más estrechos cuando Italia está a unos pocos meses de un nuevo aumento del IVA anunciado para verano.
Además Monti, por su parte, aseguró este lunes que no será necesario un nuevo plan de ajuste presupuestario aunque continúe la recesión, durante su intervención ante la comunidad financiera del país en la Bolsa de Milán. El líder habló hoy en la sede de dicha bolsa italiana en el que se interpreta como un nuevo gesto para dar confianza a los mercados, después de haber intervenido con sendos discursos en las sedes bursátiles de Londres y Nueva York en los últimos días.
«Aunque la crisis perdure no se necesitará intervenir de nuevo en las cuentas públicas. Hemos sido muy prudentes y por ello aunque la recesión sea dura no tendremos que aprobar un nuevo plan de ajuste», explicó el tecnócrata. Italia entró oficialmente en recesión al contraerse su Producto Interior Bruto (PIB) en el cuarto trimestre de 2011 un 0,7% respecto al trimestre anterior, según informó el pasado viernes el Instituto Nacional de Estadística (ISTAT).
