A Deutsche Telekom le cuesta cada vez más levantar cabeza en EEUU. Su filial T-Mobile, la compañía de telefonía móvil que AT&T quiere adquirir, podría perder este año el triple de clientes que en el ejercicio anterior, según las previsiones de los analistas, que creen que el bloqueo del Washington a la operación dificulta la capacidad de la empresa para reducir precios, al tiempo que crea preocupación entre los usuarios.
El cuarto mayor operador de telefonía móvil en EEUU podría cerrar el año con 1,2 millones de clientes de contrato menos, un dato que contrasta con la pérdida de 390.000 usuarios de 2010, según cree el consenso de los analistas consultados por Bloomberg. De este modo, T-Mobile se quedaría con 33,5 millones de clientes, de los que 25,2 millones serían de contrato.
La pérdida de la cuota de mercado de la filial de Deutsche Telekom se agrava porque la compañía ha frenado en seco su agresiva política de recortes de precios del pasado. Aunque esta estrategia haya ayudado a la operadora tiempo atrás, ahora podría favorecer las tesis del Departamento de Justicia de EEUU para bloquear la operación porque considera que una integración de las dos empresas reduciría la competencia, lo que conllevaría una subida de los precios para los clientes.
El Gobierno de EEUU presentó una demanda en agosto para bloquear el intento de compra de T-Mobile por AT&T, que ofrece 39.000 millones de dólares. Este hecho también ha creado incertidumbre entre los consumidores porque la gente duda al firmar un contrato de permanencia de años con una compañía cuyo futuro es una incógnita.
