Bruselas intenta blindar a Europa contra una nueva ‘guerra del gas’ entre Gazprom y Ucrania

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Bruselas intenta blindar a Europa contra una nueva ‘guerra del gas’ entre Gazprom y Ucrania

La Comisión Europea (CE) propondrá el próximo jueves nuevas normas para mejorar la seguridad del suministro energético en el continente, según ha asegurado a EL BOLETÍN el portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Ferrán Tarradellas. Hoy, Turquía, Austria, Hungría, Rumania y Bulgaria han firmado en Ankara el acuerdo intergubernamental que dará vida al gasoducto Nabucco, considerado vital para la seguridad energética de la UE.

Ante el aumento de las fricciones entre Rusia y Ucrania, el brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE) pretende evitar que vuelva a repetirse una interrupción en el suministro de gas a Europa, como ya ocurrió en el pasado invierno. Según la propuesta, cada Gobierno de la UE tendrá que preparar un “plan de acción preventiva” y un “plan de emergencia”. La CE estudiará ambos proyectos y podrá modificarlos si los considera no efectivos o no compatibles entre sí. El Ejecutivo comunitario también podrá declarar en emergencia en toda la UE, en cuyo caso, se encargaría de coordinar las acciones de los Veintisiete, así como la interacción con terceros países. Esto ocurrirá cuando dos Estados declaren una emergencia nacional, o si la UE pierde más del 10% del bombeo de gas de Estados no comunitarios.

Las nuevas normas también establecen unos objetivos más duros para garantizar la garantía del abastecimiento de gas. Tres años después de que esta legislación entre en vigor, los países europeos tendrán que asegurar que las infraestructuras de las que disponen “tienen la capacidad suficiente para entregar los volúmenes necesarios de gas para satisfacer la demanda total del país, en el caso de que se produjera una interrupción en el mayor gasoducto durante un período de sesenta días”.

Tanto el Parlamento Europeo como los Gobiernos de los Veintisiete tendrán que aprobar esta iniciativa, y a pesar de la urgencia, es probable que este hecho no se produzca hasta finales de año, porque algunos países podrían considerar esta propuesta como demasiado intrusiva. Europa importa un 25% del gas que consume de Rusia y el 80% del mismo fluye a través de Ucrania, que se enfrenta a una profunda crisis económica.

El país de Europa del Este abonó hace justo una semana, poco antes del plazo límite de la medianoche, 300 millones de dólares (213 millones de euros) al gigante ruso Gazprom por la compra de 1.100 millones de metros cúbicos de gas. El brazo ejecutivo de la UE ha instado en repetidas ocasiones a Ucrania a que reforme su sector del gas para mejorar su transparencia, a pesar de que pagara ‘in extremis’ el hidrocarburo ruso. De hecho, se desconoce si la cantidad de gas adquirida permite completar las reservas ucranianas y así despejar la amenaza de una interrupción del suministro de gas a Europa en invierno.

Ucrania había indicado que precisaba alrededor de 19.000 millones de metros cúbicos de gas y unos 4.200 millones de dólares (3.000 millones de euros) para satisfacer el pago, unas cifras muy superiores a la compra y el pago efectuadas.

Los representantes de Turquía, Austria, Hungría, Rumania y Bulgaria han firmado hoy en Ankara el acuerdo intergubernamental que dará vida al gasoducto Nabucco, considerado vital para la seguridad energética de la Unión Europea (UE) y pieza clave para la futura ‘Ruta de la Seda’ de la energía entre Oriente y Occidente.

Esta infraestructura, que reducirá la dependencia europea del suministro ruso de gas, supondrá una inversión asociada de 8.000 millones. El acuerdo prevé que las obras comiencen en 2010 y concluyan en 2014, permitiendo transportar hasta 31.000 millones de metros cúbicos anuales desde la región del mar Caspio, concretamente desde la ciudad de Erzurum hasta Europa.
Los cinco países involucrados en la obra se comprometieron a dar apoyo al proyecto, que ha sufrido varios meses de bloqueo político y que deberá competir con las rutas tradicionales de distribución de gas. Además, representantes de la UE, EEUU, Alemania, Azerbaiyán, Georgia, Egipto, Siria, del Banco de Construcción y Desarrollo Europeo y del Banco de Inversión Europeo han asistido a la firma del acuerdo. “El proyecto necesitará una atención constante y un fuerte apoyo político”, según el primer ministro húngaro, Gordon Bajani, citado por los medios internacionales de comunicación.

Además, el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, ha explicado que su país puede contribuir con 15.000 millones de metros cúbicos anuales. Según el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, las ofertas de los gobiernos de Turkmenistán, Azerbaiyán e Irak (que se barajan como posibles suministradores) han sido “alentadoras” ya que el principal problema de Nabucco era conseguir suministros. No obstante, no está hecho todo el trabajo. “Necesitamos más pragmatismo y visión de mercado”, afirmó el primer ministro búlgaro, Sergei Stanishev.

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