Tiempo escaso…

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Tiempo escaso…

El primer ministro griego, el socialista George Papandreu, comenzó ayer una ronda de negociaciones con los partidos de la oposición para lograr un acuerdo de unidad política -hasta ahora inexistente-de emergencia con el que poder pasar nuevas medidas de ajuste que ahorrarán al país 78.000 millones de euros. Según fuentes cercanas a las negociaciones a las que ha tenido acceso EL BOLETÍN, entre hoy y mañana los socialistas y el partido Nueva Democracia (el principal de la oposición) podrían lograr un pacto.

Este acuerdo sería necesario para que el Parlamento heleno apruebe el nuevo plan de ahorro, previsto para, a su vez, dar salida al quinto tramo de las ayudas internacionales pactadas en el primer plan de rescate aprobado hace más de un año para Grecia, y valorado en 110.000 millones de euros. De momento, los 12.000 millones de euros previstos para Atenas se han congelado porque los 3.300 millones que tendría que poner el Fondo Monetario Internacional (FMI) no parecen estar asegurados debido a que la institución duda de que Grecia puede hacer frente a los intereses.

Algunos gestores de hedge funds consultados también por este medio han reconocido que se encuentran preparados para, en cuanto se anuncie ese supuesto acuerdo entre la oposición y el Gobierno socialista, comenzar a comprar deuda griega a gran escala. «Los mercados están muy nerviosos, si no se hace algo rápido habrá un gran desplome», comentaba a primera hora de la mañana un broker suizo.

En Atenas, sin embargo, la prensa no ha destacado en ningún momento un amago de entendimiento entre ambas partes y los expertos se muestran cautos a la hora de opinar sobre el asunto. «Nadie sabe realmente lo que está sucediendo allí dentro», comentaba a este medio un economista residente en Creta. Lo que sí ha trascendido es que Antonis Samaras, líder de Nueva Democracia, ha pedido a Papandreu elecciones anticipadas. También hay informaciones que dicen lo contrario; que Samaras ha ofrecido al líder socialista un acuerdo y éste lo ha rechazado por albergar demasiadas exigencias.

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