El primer ministro holandés utiliza a Lehman Brothers para apoyar un segundo rescate griego

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El primer ministro holandés utiliza a Lehman Brothers para apoyar un segundo rescate griego

El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, ha dicho que a la economía de su país no le queda más remedio que apoyar un segundo rescate financiero para Grecia, que ya recibió 110.000 millones de euros desde Bruselas (en colaboración con el FMI) hace un año si quiere evitar una crisis como la desatada por Lehman Brothers. A cambio dijo que seguirá presionando para que Atenas adopte más reformas.

«Hay que observar las consecuencias que tuvo la quiebra de Lehman Brothers (el cuarto banco de inversión más grande del mundo hasta el 15 de septiembre, fecha en la que se derrumbó). Nuestros vínculos directos con el banco eran limitados, pero aún así el efecto en la economía holandesa fue enorme. No podemos asumir un riesgo parecido de nuevo», explicó Rutte.

El primer ministro argumentó en el Parlamento que una quiebra técnica de los bonos griegos -una opción que ha ganado peso en las últimas semanas dentro del entramado financiero internacional- elevaría demasiado el riesgo de contagio en países como Irlanda, Portugal y, posiblemente, España e Italia. Tanto Dublín como Lisboa ya han necesitado también rescates financieros; 85.000 y 78.000 millones de euros, respectivamente.

Enfrente tuvo a Geert Wilders, el líder del partido nacionalista y contrario al Islam, PPV. Wilders defendió, en línea con otras formaciones nacionalistas en Europa como los finlandeses True Finns, que Grecia debería abandonar el euro y que Holanda no puede comprometerse a enviar un segundo rescate a Atenas. Además, el político nacionalista calificó a Grecia de ser un país «corrupto». Una afirmación, por cierto, que una gran mayoría de economistas griegos comparten.

Rutte acusó a Wilders de estar «jugando con fuego, con las pensiones y con la industria de Holanda» y le tachó de irresponsable. El debate entre Wilders y Greet llevó a varios miembros del partido del primero a pedir que se rompiese la coalición entre ambas formaciones, pero Wilders defendió que era legítimo según el pacto establecido al formar Gobierno discrepar en asuntos exteriores.

La rentabilidad de la deuda griega -uno de los indicadores sobre la confianza de los inversores- no para de aumentar. El bono a diez años heleno roza ya un rendimiento del 17%. Holanda es uno de los países europeos con la máxima calificación otorgada por las agencias de rating (triple A) y suele apoyar a Alemania en Bruselas a la hora de abordar los asuntos que, desde hace más de un año, conciernen a la economía de Grecia.

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