Bruselas alimenta los beneficios de las agencias de ‘rating’

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Bruselas alimenta los beneficios de las agencias de ‘rating’

Las agencias de rating le deben un favor a Bruselas. Lejos de recortar su poder en el panorama financiero, las nuevas normas adoptadas por la Comisión Europea han propulsado los beneficios de las grandes compañías del sector. Moody’s, por ejemplo, ha ganado un 37% más apoyada en los cambios regulatorios y en el aumento de las emisiones de cédulas hipotecarias y de títulos avalados por el Estado.

La principal novedad regulatoria de la ESMA (el organismo supervisor europeo correspondiente a la CNMV española) es que ahora se exige que ciertas emisiones de deuda requieran de la calificación por parte de dos agencias distintas para poder obtener el visto bueno por parte de los organismos nacionales, lo que multiplica por dos el trabajo que hasta ahora requerían este tipo de operaciones.

Esta medida, junto a otras, busca recortar el protagonismo de estas agencias, acusadas con frecuencia de haber concedido una nota muy por encima de la debida a algunas emisiones en pleno auge del mercado de crédito en 2006. Sin embargo, se obliga a las entidades emisoras de deuda a solicitar una ‘segunda opinión’ sobre estos títulos, lo que implica la contratación de dos agencias para un proceso que antes se podía llevar a cabo con una sola.

Junto a esta situación, los expertos señalan que la generalización de bajos tipos de interés, confirmada hace unos días por la Fed, ha animado a las empresas a lanzarse a la refinanciación de su deuda y a los inversores a aceptar un grado más alto de riesgo en títulos de menor calificación y una rentabilidad más elevada. Con este panorama, las emisiones de deuda hasta marzo, lo que ha multiplicado el trabajo de las agencias así como sus cifras de resultados trimestrales.

La agencia Moody’s, la única cotizada y obligada a presentar cuentas trimestrales desglosadas dentro de las tres grandes, ha aumentado su beneficio en un 37%. Mientras que los analistas esperaban que la agencia controlada por Warren Buffett registrara un beneficio de 54 centavos de dólar por acción, Moody’s ha conseguido llegar a los 63, lo que supone ganancias por un total de 577,7 millones de dólares (390 millones de euros), frente a los 476,6 millones de dólares (321,7 millones de euros) del año anterior.

La cifra correspondiente a la división de calificaciones fuera de EEUU ha ascendido hasta los 182,6 millones de dólares (123,2 millones de euros), lo que supone un 25% más que en el mismo periodo de 2010. Un incremento superior al registrado dentro de las fronteras de EEUU, donde ha mejorado un 22%.

La brecha entre ambas orillas del Atlántico se hace aún más evidente al hablar de operaciones de estructuración financiera, un sector muy perjudicado a raíz de la crisis económica que vuelve a incrementar su actividad. Los ingresos en este capítulo para Moody’s en EEUU se han incrementado un 11%, mientras que en el extranjero lo han hecho un 39%. En cuanto a los ingresos hasta marzo por calificación de emisiones para infraestructuras, las distancias se disparan desde las caídas del 10% que han atravesado en EEUU hasta el incremento del 35% que se ha producido fuera de sus fronteras, una vez más con Europa como principal motor de este crecimiento.

La agencia participada por el ‘Oráculo de Omaha’ destaca en su propio informe de resultados que esta diferencia ha venido motivada por el mayor número de emisiones de deuda garantizadas por el Estado en Europa, así como de cédulas hipotecarias. En el primer caso, dicen los analistas, este respaldo se emplea por las compañías e instituciones para conseguir un mayor apetito por parte de los inversores, más dispuestos a contraer un mayor riesgo si se dan garantías adicionales.

En cuanto a las cédulas hipotecarias, han sido muchas las entidades financieras que se han lanzado a la emisión de estos productos en los últimos meses. Algunas han recurrido a su colocación en el mercado, otras han optado por quedárselas en cartera como activo de garantía para poder acudir con más facilidades a las subastas de liquidez del Banco Central Europeo. Tal es el caso de la CAM, que en abril realizó dos emisiones de este tipo con Moody’s como agencia calificadora para después anotarlas como activos de la caja, sin sacarlas al mercado inversor.

Junto a las cifras de Moody’s, el resto de agencias de calificación también han presentado unos resultados que han batido las previsiones del mercado, si bien al no ser cotizadas la información no es tan detallada. Standard & Poor’s, participada por la editora McGraw-Hill, ha incrementado sus ingresos del primer trimestre de 2011 en un 10% y su beneficio neto en un 0,8% con respecto al ejercicio anterior.

Por su parte, Fitch Ratings, participada de la firma francesa Fimalac, ha mejorado el beneficio de su primer semestre fiscal un 10,2%, hasta alcanzar los 263,8 millones de euros, 33 más que en 2010. Esta cifra se dispara hasta el 17,4% de mejora si se toma como referencia únicamente el último trimestre para el que la compañía ha presentado datos, el segundo de su ejercicio.

Moody’s confía en que estos factores de crecimiento se sigan manteniendo en los próximos meses ya que, a pesar del repunte en su actividad y beneficios, aún están muy lejos de los máximos registrados en 2006, tres veces por encima de los ingresos actuales por operaciones de estructuración financiera. Por este motivo, la agencia con sede en Nueva York ha elevado su previsión de ingresos en 10 centavos, hasta los 2,32 dólares por acción, y ha pronosticado elevar su crecimiento anual en dos dígitos.

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