Una teoría ésta que parecen avalar las cifras publicadas por el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) en el informe trimestral que este organismo hizo público el pasado 6 de junio, y que alude a la contabilidad del sector bancario mundial hasta diciembre de 2010. Según este documento, los bancos franceses deben 180.098 millones de dólares a las entidades estadounidenses, y los alemanes 157.836 millones de dólares. Cuanto más fuerte se encuentre el euro frente a la moneda estadounidense, más facilidad de pago existe.
Pero las instituciones financieras galas y teutonas no son las únicas que mantienen fuertes cantidades a deber en la primera potencia económica del mundo; los bancos holandeses cuentan con una deuda de 97.870 millones de dólares y los irlandeses, 65.429 millones de dólares. Las entidades españolas, en su conjunto, tendrían que pagar 41.067 millones de dólares.
No obstante, esta es sólo una lectura de los datos. Otra es la deuda que mantienen los bancos estadounidenses en el entramado financiero internacional: 5,4 billones de dólares, unas cinco veces el PIB español. De ese total, 3,42 billones tienen que cobrarlos el sector bancario europeo en su conjunto.
Esta cifra, además, añade un importante matiz a las afirmaciones que apuntan a que el mayor acreedor de EEUU es China por su fuerte exposición a la deuda pública emitida por el Tesoro de EEUU (1,16 billones de dólares según informó la agencia Reuters en el primer trimestre del año). Si bien el gigante asiático -y segundo economía del globo hoy por hoy- es el mejor cliente del Tesoro de EEUU actualmente, el informe del BIS demuestra que son los bancos europeos los mayores acreedores de la deuda privada que emiten el entramado financiero estadounidense, y que supera con creces a la pública.