El ministro de Finanzas japonés, Naoto Kan, ha afirmado que los líderes del G-20 tratarán el asunto de la crisis de deuda europea, y cómo ésta afecta al comercio y a las divisas, durante la próxima cumbre del Grupo, que se celebrará el próximo 28 de junio en Toronto, Canadá.
Japón, que es un país dependiente del sector exportador, igual que Alemania, ha visto cómo las caídas del euro durante las últimas semanas frente al dólar y al yen han tenido un efecto negativo en el país asiático, como era de esperar. “Los problemas europeos también afectan a los demás países, sobre todo a través del sector exportador cuyo destino es Europa. Por eso este sería uno de los grandes temas a tratar”, dijo Kan.
No obstante, Japón no considera que la tendencia bajista de la principal moneda comunitaria frente al yen dañe severamente su economía, ya que las exportaciones a Europa sólo representan un 10% de su totalidad de exportaciones globales. Sin embargo, este dato sigue siendo una mala noticia para muchas compañías niponas cuyo negocio contempla una gran exposición ante los cambios de la divisa europea.
El ministro japonés también aseguró que la regulación financiera seguirá siendo, este año, un tema central que estará directamente relacionado con la estabilidad de los mercados internacionales, tan necesaria en estos momentos.
EEUU y Europa persiguen, por caminos distintos eso sí, que las nuevas restricciones que pretenden imponer a las grandes entidades de sus respectivas regiones tengan un alcance global. Y todo parece indicar que durante la Cumbre del G-20 este tema vaya a ser uno de los asuntos clave de la agenda. Pero existe un problema: los países cuyo sector bancario cuenta con buena salud, como es el caso de Japón, Canadá y Australia, se oponen a tomar medidas en este sentido. El país asiático, por ejemplo, ya adoptó medidas propias en el pasado.
