La situación del partido republicano francés guarda similitudes con el PSOE de hace meses: un líder (Fillon) cuestionado al que intentan forzar la dimisión. El partido republicano francés vive días similares a los que vivió el PSOE durante el mes de octubre, cuando el entonces líder (Pedro Sánchez) del partido, sus allegados y miles de militantes caminaban en sentido contrario al que marcaban otros altos representantes del partido.
En Francia es el candidato de Los Republicanos al Elíseo, François Fillon, quien protagoniza esa situación. Aunque a diferencia del caso de Sánchez, el debate francés no se enmarca dentro del discurso ideológico, sino de legitimidad.
Legitimidad por el asunto del contrato de su mujer como presunta asistenta parlamentaria. Algo que inminentemente podría convertirse en una imputación por malversación de fondos. Ante esta situación, y sus consecuencias electorales, muchos miembros del partido han pedido a Fillon que renuncie al cargo como candidato y permita a Los Republicanos competir con otra figura política.
Muchos consideraban que el alcalde de Burdeos, Alain Juppé, era el político más adecuado para sustituir a Fillon al frente del partido. Sin embargo, el regente de Burdeos ha rechazado la idea, entre otras cosas, porque exigía que fuera Fillon que dimitiera previamente, algo que el candidato republicano dejó claro este domingo que no iba a hacer.
Esta tarde está prevista una reunión convocada con urgencia de la cúpula del partido “para evaluar la situación”.
