Así han condicionado las compras del BCE los mercados de deuda europeos

Banco Central Europeo

Así han condicionado las compras del BCE los mercados de deuda europeos

Sede del Banco Central Europeo (BCE)

La institución ha desembolsado 1,5 billones de euros a través de sus agresivos programas de compras de bonos. El Banco Central Europeo (BCE) se ha hecho con activos por valor de 1,5 billones de euros dentro de su agresivo programa de compras con el que pretende reactivar la inflación y el crecimiento económico en el Viejo Continente, y que continuará al menos hasta diciembre. Estas compras han tenido un gran impacto en los mercados de renta fija, hasta el punto de que el analista de ABN Amro Joost Beaumont considera en declaraciones a Financial Times que “no hay muchos mercados de deuda que no estén distorsionados en la zona del euro”.
 
La mayoría de las compras del BCE se ha centrado en la deuda pública, 1,34 billones de euros lo que ha contribuido a reducir los rendimientos significativamente. Las rentabilidades de los títulos de los diferentes países se han igualado y la reducción del programa a partir de marzo obligará ahora al mercado a reevaluar los riesgos específicos de cada país, especialmente los asociados al surgimiento de movimientos políticos populistas como Países Bajos y Francia.
 
En covered bonds o cédulas hipotecarias, el BCE se ha gastado 228.000 millones de euros desde la puesta en marcha del primer programa en 2009. Estos títulos son una fuente clave de financiación para el mercado hipotecario en varios países, lo que los hace especialmente sensibles.
 
Según los cálculos de Financial Times, el BCE tiene actualmente el 27% del mercado, lo que ha generado quejas por una posible distorsión desde hace años, ya que la institución que preside Mario Draghi compra fundamentalmente en el mercado primario, haciendo muy difícil a los inversores privados competir en precios.
 
Los analistas de ABN Amro estiman además que el mercado de cédulas ha disminuido efectivamente en 160.000 millones de euros en los últimos cuatro años debido a la cantidad de deuda ahora retenida por el BCE, reduciendo la liquidez en los mercados. “Los inversores han dejado el mercado, los gestores de activos han dejado el mercado; hemos alcanzado un nuevo equilibrio”, reflexiona Beaumont.
 
En los bonos corporativos (61.000 millones de euros en compras del BCE), ocurre algo similar a lo ocurrido en la deuda pública: los inversores se están animando a tomar decisiones en base a la anticipación de las políticas del BCE. Mención especial para los títulos emitidos por la banca. Al ser los únicos que no compra el banco central, en muchos casos presentan cupones más altos para unas calificaciones similares, lo que les ha convertido en la opción más barata y atractiva para muchos inversores.
 
El BCE, por último, ha desembolsado 23.000 millones de euros en valores respaldados por activos (ABS por sus siglas en inglés). El peso de las compras del BCE ha sido menor que en otros mercados, aunque aun así ha afectado a las decisiones de los inversores, que, al igual que con los bonos corporativos, están mostrando su preferencia por títulos fuera del alcance del BCE.
 
Una de las distorsiones más significativas detectadas por ABN Amro es la que afecta al mercado de repos, uno de los elementos clave de la fontanería del sector financiero. Los bonos estatales se utilizan como garantías en las operaciones de recompra, pero como hay escasez de títulos por las compras del BCE, la disponibilidad de las garantías también se ha reducido drásticamente. Esto ha coincidido con una creciente demanda de colateral, debido también a una serie de requisitos regulatorios para los bancos. A su vez, la presión ha aumentado en los mercados de repos, elevando los costes de los bonos prestados y provocando quejas de la industria.

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