A Ronald Reagan tampoco le tomaron en serio

Trump, presidente de EEUU

A Ronald Reagan tampoco le tomaron en serio

Ronald Reagan, expresidente de Estados Unidos

La elección de Trump ha provocado reacciones similares a las que sucedieron en 1981. Si a Donald Trump le diese por indagar en la hemeroteca las veces que se han burlado de él desde que asumió la candidatura para las primarias republicanas tendría material de venganza para dos legislaturas. Es cierto que Trump lleva décadas siendo objetivo de sátiras, pero éstas se han agudizado desde que el díscolo multimillonario emprendió la carrera presidencial.
 
Las más suaves han tomado como referencia su nula experiencia política y su falta de empatía social. “Alguien así jamás podrá gobernar el país más poderoso del mundo”, “Nadie en su sano juicio le votará día de la verdad” o “no sabría ni cómo utilizar el teléfono presidencial”. Estos han sido algunos de los comentarios realizados por periodistas estadounidenses de renombre sobre el candidato republicano. Sin embargo, el díscolo ha ganado, y recuerda bastante a lo que sucedió el 20 de enero de 1981.
 
Aquel día Ronald Reagan se convertía en presidente de Estados Unidos. Un actor llegaba a la Casa Blanca. The Washington Post, el Wall Street Journal o el New York Times habían asegurado antes que Reagan sería incapaz de lograrlo. De hecho, incluso ya investido afirmaban que su inexperiencia política no le valdría más que para “sacarse fotos”.
 
Y en parte acertaron. Lo que no anticipaban fue la enorme importancia de aquellas fotos.
 
Quizá recordando su trayectoria ajena a la política e intentando crear una similitud en el imaginario colectivo, Donald Trump ha apostado por intentar ser el ‘nuevo Ronald Reagan’. El programa económico, desde luego, guarda ciertos parecidos, como la bajada de impuestos, la fuerte inversión en infraestructuras y el nacionalismo económico. De hecho, Trump ha prometido realizar “la mayor revolución fiscal en el país desde el ex presidente Ronald Reagan”.
 


La copia del eslogan es un paso más hacia la creación de un personaje político que como a Reagan, al principio no le tomaron en serio. Con los años se verá si el muro que uno pidió derrumbar en Berlín surgirá (aún más) entre Méjico y Estados Unidos. 

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