El Gobierno británico descarta que Escocia tenga algo que decir sobre el ‘Brexit’
El Gobierno de Therese May publica un escrito legal en el que deja clara su intención de ignorar a los Parlamentos del país a la hora activar el 'Brexit' Obligado por los jueces, el Gobierno británico se ha visto forzado a presentar los argumentos legales en los que fundamenta su particular forma de gestionar el 'Brexit'. Un proceso en el que pretende tener el absoluto control de los tiempos. Por un lado rechazando las presiones que desde Bruselas les animan a activar el Artículo 50 cuanto antes e iniciar así el proceso de salida que, a partir de ahí, debería extenderse durante dos años. Sin embargo, el Gobierno de Theresa May pretende iniciar las negociaciones, pese a que las autoridades comunitarias han señalado en repetidas ocasiones que éstas no tendrán lugar mientras Gran Bretaña no dé el primer paso. Por otra parte, la propia sociedad británica también ha hecho sentir su sentir de que debería poder decir algo a través del parlamento; o, en este caso, de sus parlamentos, para ser más exactos. Una idea que ha quedado claro, cuenta con la total oposición de su Gobierno.Así, en el escrito legal que se acaba de hacer público, el Gobierno de May señala que es "constitucionalmente inadmisible" que el parlamento tenga alguna autoridad para lanzar el proceso. El motivo, según esta versión, sería que la misma ley que estableció la convocatoria del referéndum no contemplaba que el Parlamento jugase un rol posterior.Con ello, se pretende que la decisión de activar el Artículo 50 y cuándo hacerlo quede bajo la exclusiva potestad de May, ya que "es una cuestión de alta, sino de la más alta política", según ha señalado el Gobierno británico mediante dicho escrito. Pero también, y quizá todavía más relevante, se envía un mensaje al resto de países que componen Gran Bretaña. De esta forma, a lo largo de su escrito, el Gobierno de May deja igualmente claro su criterio de que ni Escocia, ni Gales, ni Irlanda del Norte tendrán nada que decir en el procedimiento de ruptura. Según el escrito legal, ninguno de ello tienen competencia alguna sobre las relaciones exteriores como cataloga ya a las que mantienen con la UE y sus instituciones. Una afirmación que cuando menos puede generar tensiones políticas y territoriales en Gran Bretaña, ya que tanto Escocia como Irlanda del Norte optaron ampliamente por permanecer en la Unión. Algo que ya ha empezado a suceder dentro del propio seno del partido conservador donde ya han comenzado a surgir críticas de los miembros más europeístas que formaron parte del anterior Gobierno de David Cameron.
El Gobierno de Therese May publica un escrito legal en el que deja clara su intención de ignorar a los Parlamentos del país a la hora activar el ‘Brexit’ Obligado por los jueces, el Gobierno británico se ha visto forzado a presentar los argumentos legales en los que fundamenta su particular forma de gestionar el ‘Brexit’. Un proceso en el que pretende tener el absoluto control de los tiempos.
Por un lado rechazando las presiones que desde Bruselas les animan a activar el Artículo 50 cuanto antes e iniciar así el proceso de salida que, a partir de ahí, debería extenderse durante dos años. Sin embargo, el Gobierno de Theresa May pretende iniciar las negociaciones, pese a que las autoridades comunitarias han señalado en repetidas ocasiones que éstas no tendrán lugar mientras Gran Bretaña no dé el primer paso.
Por otra parte, la propia sociedad británica también ha hecho sentir su sentir de que debería poder decir algo a través del parlamento; o, en este caso, de sus parlamentos, para ser más exactos. Una idea que ha quedado claro, cuenta con la total oposición de su Gobierno.