Bruselas alerta de incertidumbre económica masiva por los riesgos políticos asociados al ‘Brexit’

Bruselas alerta de incertidumbre económica masiva por los riesgos políticos asociados al ‘Brexit’

Brexit

La Comisión Europea, en sus primeras perspectivas económicas tras el resultado del referéndum británico, destaca también el incremento de la presión sobre la Banca europea La Comisión Europea ha publicado esta tarde su primer estudio de perspectivas económicas para el conjunto de la Eurozona y de la Unión Europea con posterioridad al referéndum del ‘Brexit’ del pasado 23 de junio. Entre sus aspectos más destacados cabe señalar la enorme incertidumbre económica que asocia al resultado de la consulta, así como la mención al incremento de la presión sobre el sector bancario y, en concreto, sobre las entidades italianas.


El estudio se caracteriza así, por presentar un escenario central que, según se destaca, no tiene en cuenta el efecto final que la consulta tendrá sobre los nuevos equilibrios en los sectores claves de la economía como el comercio, la inversión, la movilidad de personas o los servicios financieros. Sin embargo, sí se destaca que asociados a cada uno de ellos existen riesgos que podrían modificar considerablemente a la baja el pronóstico actual.

Y, aún por encima de todos los anteriores, se destacan los riesgos políticos asociados al resultado británico como el mayor factor de incertidumbre. De esta forma, aunque tampoco se especifica ni concreta a qué amenazas se refiere, si se señala que de materializarse alterarían el pronóstico que hoy presenta como más probable “masivamente”.

El informe se refiere también a un contexto en el que el sector bancario europeo “continúa siendo desafiado por la baja rentabilidad de un entorno de bajos tipos y bajo crecimiento nominal” con el que la Banca europea, “particularmente la italiana”, ha visto como se incrementa significativamente “la presión” sobre ella.  Así, según se indica, el resultado del referéndum habría “exacerbado las vulnerabilidades existentes y llevado a los mercados a cuestionar la capacidad de estos bancos de reparar sus hojas de balance”.

Más aún cuando se señala que el referéndum ha creado “una situación de extraordinaria incertidumbre que es probable que se extienda en el tiempo” y “que retrase las decisiones de compra”. Es decir, el consumo privado, al que hasta la fecha se define como el principal factor de crecimiento, también se considera “probable” que se ralentice afectando al conjunto de la economía.

Por todas estas precauciones con las que se ha presentado, el pronostico de crecimiento que realmente se ha formulado debe ser tomadas con pinzas, pese a que tan sólo se limita a llegar hasta 2017. Así, las simulaciones del informe apuntan a un descenso del crecimiento en la Eurozona y para el conjunto de la UE de tan solo 0,1 y 0,3 puntos porcentuales en su escenario moderado; y de 0,2 y 0,6 en el severo, para 2016 y 2017, respectivamente.

El crecimiento de la Eurozona sería de esta forma del 1,6% y el 1,5% en 2016 y 2017, según el escenario moderado; y del 1,5% y el 1,3%, según el severo. Mientras que  conjunto de la UE sería del 1,8% y el 1,7%, según ese primer escenario, igualmente para este año y el siguiente, respectivamente; y del 1,7% y el 1,4%, según el más adverso.

Sin embargo, se aclara que los dos pronósticos asumen una relativa normalidad en el transcurrir de los acontecimientos; es decir que no se concretarían los riesgos políticos que se mencionan y que las condiciones económicas permanecerán en un rango de estabilidad. Por ejemplo, en ambos escenarios se asume una depreciación de la libra esterlina de un 15% frente al euro.

La evaluación insinúa también que, pese a la reducción de la incertidumbre, los riesgos a los que apunta tenderán a concretarse más allá de los dos próximos años sobre los que centra su previsión. Así, es precisamente a partir de ese periodo, cuando se considera factible que se concreten los nuevos acuerdos entre la UE y el Reino Unido relativos a aspectos como el comercio o la inversión.

Por lo que respecta a las repercusiones sobre la economía global, se apunta a que la incertidumbre podrá incrementar la presión sobre las monedas consideradas “refugio seguro” como el dólar o el yen japonés lo que tendrá un efecto sobre las exportaciones y la confianza empresarial en sus economías. Y, colateralmente, el estudio señala que esto provocará que la FED adopte un enfoque de normalización monetaria mas suave del que estaba previsto en primavera.

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