¿Fue la de ayer una jornada perfecta para Hillary Clinton?

Primarias EEUU

¿Fue la de ayer una jornada perfecta para Hillary Clinton?

Hillary Clinton, candidata a las primarias del Partido Demócrata

Además de hacerse con la victoria en los cinco estados en que se votó anoche, los resultados en el partido rival acentúan la lucha fraticida entre los republicanos Después de todo, quizá no importe tanto el ‘momentum’ político. Al menos no en las primarias de este año a la presidencia de Estados Unidos. Según las reglas no escritas de esta competición, el senador por Vermont, Bernie Sanders, llegaba a la jornada de ayer con un extraordinario impulso tras su inesperada victoria la pasada semana en Michigan. Sin embargo, fue la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton quien se hizo con la victoria en todos y cada uno de los Estados en los que anoche se celebraron primarias.

Las posiciones de Clinton respecto al comercio internacional no tan proteccionistas como las de Sanders parecían haberle hecho daño en Michigan, afectado por la deslocalización industrial. Al menos esa fue la principal clave en que se explicó su derrota allí; sin embargo, los resultados de anoche apuntan a que quizá ésta se debió más a que su equipo de campaña y sus simpatizantes habían dado por descontada la victoria demasiado pronto en el Estado de Detroit. Pero Clinton y los suyos se volcaron esta última semana en los Estados que votaban ayer y la estrategia surtió efecto demostrando que quizá sus supuestos puntos débiles no lo son tanto.

Según las encuestas a pie de urna celebradas anoche en Ohio, Clinton consiguió imponerse también entre aquellos votantes que declararon que consideraban que los tratados comerciales entre EE.UU. y otros países habían destruido empleos. La exsecretaria de Estado habría conseguido así un 53% entre dicho grupo de electores frente al 41% que según esos mismos sondeos obtuvo en Michigan. Sanders, por el contrario, bajó de un 56% al 46%.

Cinco de cinco victorias para Clinton que, a la hora de la verdad, en el reparto de delegados, no se traduce en un resultado tan concluyente al ser este proporcional en el caso de los demócratas; pero que sirven para aumentar su distancia en el número de delegados, que ya antes de ayer parecía definitiva. Tras los resultados de anoche e incluyendo a los superdelegados, la exsecretaria de Estado acumula ya 1.599 de los 2.383 necesarios frente a los 844 de Sanders.

Así, pese a que la noche incluyó resultados tan dispares como los de Florida, donde Clinton casi duplicó a Sanders con un 64,4% de los votos frente al 33,3% conseguido por el senador, y los de Missouri donde la exsecretaria de Estado se impuso tan sólo por dos décimas porcentuales (49,6% frente a 49,4%); lo cierto es que, una vez más, ha podido volver a cambiar el foco de campaña. Esto es, pasar a la fase que realmente lleva esperando todos estos años: competir por la presidencia de Estados Unidos.

En su discurso de la victoria, Clinton se centró principalmente en atacar al gran favorito republicano Donald Trump al señalar que «nuestro comandante en jefe tiene que ser alguien capaz de defender a nuestro país, no de avergonzarlo; de involucrar a nuestros adversarios, no de alienarlos; y de derrotar a nuestros adversarios, en lugar de fortalecerlos». A continuación, en una referencia al neoyorquino, quien ha declarado que reincorporaría el ‘waterboarding’ como técnica de interrogación, «junto a otras peores»; la exprimera dama señaló que «abrazar la tortura no le hace más fuerte, tan sólo le hace estar equivocado».

Aún así, nada de eso fue lo mejor que sucedió ayer para Clinton. Y es que para completar su ‘gran noche’ todo lo que podía alinearse para acercarla a la presidencia de EE.UU., lo hizo. También, y sobre todo, en el lado rival, aquel contra el que tendrá que competir en las elecciones presidenciales…. O aquellos.

Entre los republicanos, una vez más, Donald Trump fue el gran ganador de la jornada, consiguiendo la victoria en cuatro de los cinco Estados. Pero no consiguió hacerse con la victoria en Ohio, donde el hasta entonces inédito John Kasich consiguió hacerse con la victoria en el Estado en que es gobernador. De esta forma, le ha negado al neoyorquino el camino directo que éste deseaba hacia la nominación y los republicanos tendrán que seguir invirtiendo todas sus energías en competir entre sí.

Con el añadido de que la victoria de Kasich hace que este se mantenga junto al neoyorquino y al senador por Texas, Ted Cruz, en la carrera por la candidatura del partido del elefante. Es decir, seguirá sin configurarse un frente anti-Trump, pese a la retirada del senador por Florida, Marco Rubio. Un nuevo motivo de optimismo para Clinton al ser el cubano-estadounidense probablemente el candidato que más daño podía hacer a la exsecretaria de Estado en la competición presidencial.

Pero lo mejor de todo para Clinton es que los rumores en torno a los planes de los republicanos de ‘apostar’ por llegar a una convención dividida (es decir de que nadie llegue a ella con el 50% de delegados asegurado) no han hecho sino crecer. Así las cosas, lo cierto es que la campaña de Kasich acaba de anunciar que incorpora a su equipo a nuevos asesores entre los que se incluye Stu Spencer, quien ayudó a Gerald Ford a segurar la nominación en la convención nacional republicana de 1976; la última en que se dio ese escenario. También a Charlie Black, quien asesoró a Ronald Reagan y a los dos Bushes; y Vin Webber, que colaboró en las campañas de Bob Dole, George W. Bush y Mitt Romney.

Indicios que se añaden a que Kasich declaró anoche que tiene toda la intención de llegar a la convención republicana en Cleveland en la que se nominará al candidato del partido, pese a que según una regla de 2012 debería ganar todavía al menos siete primarias más de las 20 que quedan y aunque hasta la fecha sólo se haya hecho con una. Y por supuesto es aún menos viable que sea él quien consiga llegar a la mayoría de delegados.

Pero, como decíamos, las especulaciones son cada vez mayores y éstas apuntan también a que dicha convención incluirían un cambio en las reglas. Por ejemplo, el republicano Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, acaba de declarar que él tampoco descarta aceptar ser el nominado como candidato en la Convención. Y eso que ni siquiera se ha presentado a las primarias.

Una operación de unas características que probablemente se convertiría en la mejor garantía para dividir el voto conservador y definitivamente acabaría con las posibilidades republicanas de llegar a la presidencia ya que no sería aceptada de buen grado por muchos de los simpatizantes de Trump. De hecho, este ya ha declarado que si algo así sucediese, si llegase en cabeza en número de delegados a la Convención pero se le negase la nominación, «habría disturbios». Tampoco ha descartado liderar una candidatura alternativa si se confirmase esa hipótesis.

Aunque el escenario más probable para que se diese esa posibilidad vendría una vez más de un partido republicano que parece muy dispuesto a hacerse el harakiri en este año. Así, según ha revelado Politico, serían líderes del partido conservador como Bill Wichterman, Bob Fischer o Erick Ericksson quienes estarían haciendo planes para presentar esa tercera candidatura con «un verdadero conservador» al frente.

Y es que, una vez más el ‘establishment’ republicano ha demostrado caminar muy por detrás de los acontecimientos ya que lo más probable, según la página de análisis político y predicciones ‘fivethirtyeight’, es que Trump si consiga llegar a Cleveland con el 50% de los delegados. No sin que antes, eso sí, los candidatos del partido del elefante hayan destrozado aún un poco más la imagen de la organización bajo la que aspiran a competir.

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