En un año de incertidumbre política, la falta de entendimiento entre el hombre más rico de China y las autoridades madrileñas no ha pasado inadvertida en Pekín. La inversión china en Europa sigue batiendo sus propios récords históricos por quinto año consecutivo. Sin embargo, en España la entrada de capitales desde el ‘Gigante Asiático’ ha caído a la mitad. Un brusco descenso a contracorriente ante el que las consultoras llaman a hacer examen de conciencia. ¿Efecto Wanda a la vista?
A lo largo del ejercicio 2015 han llegado al mercado español 470 millones de dólares procedentes de China, algo más de 420 millones de euros al cambio de divisas. Una cifra que, aunque cuantiosa, supone un 48% menos que el año anterior, el descalabro más sonoro de todo el Viejo Continente, donde la inversión procedente del país asiático ha vuelto a marcar récord al alcanzar 23.0000 millones de euros.
Ante este panorama, desde el Comité para la Iniciativa sobre China en Europa del despacho Baker & McKenzie, se subraya que España ha pasado de ocupar los puestos altos de la tabla como receptor de capitales chinos a conformarse con una novena plaza, “muy por detrás de países con economías más pequeñas”. Una de los miembros de esta institución subraya que este cambio “debe llevar a cuestionar si estamos haciendo lo suficiente para atraer estas inversiones”.
La estadística anual del despacho jurídico sobre inversión china en Europa y Norteamérica revela que los sectores en los que más dinero chino entró a lo largo del pasado ejercicio en estas dos regiones fueron entretenimiento (53%), agroalimentación (4%). Desde el año 2000, en que empezó a publicarse este estudio, los líderes son el desarrollo inmobiliario y hotelero (40%) y, muy de cerca, la industria agroalimentaria (34%). En este último capítulo cabe recordar la toma de la española Campofrío a través de su matriz estadounidense Smithfield Foods por parte de China Shuanghui.
Aunque el descenso de inversión es brusco, desde Baker & McKenzie conceden que “dado el todavía bajo volumen de inversión total y número de operaciones, creemos que el dato no es representativo de una tendencia a la baja”. No obstante, la comparación con Italia y Francia, donde la inversión desde Pekín se duplicó en el último año (+119% y +160% respectivamente), o con Bélgica, donde prácticamente se multiplicó por seis (+488%), deja en evidencia el traspiés de la economía española.
Este año 2015 al que se refiere el informe ha sido precisamente el año en el que el hombre más rico de china, Wang Jianlin, ha visto frustrados sus planes de expansión inmobiliaria en Madrid. Tras la compra del histórico Edificio España a través de su vehículo de inversión en ladrillo Dalian Wanda, la protección del inmueble ha hecho inviable su proyecto original, situación que los medios de comunicación chinos y asesores de inversión del país no han pasado por alto.
La falta de entendimiento con el magnate de Sichuan ha sido tal que se ha llegado a dar por cierta su retirada del mercado español, luego desmentida por la alcaldesa madrileña, Manuela Carmena. En cualquier caso, una carta de presentación que unida al clima de incertidumbre política que se ha vivido en un año cargado de citas electorales estaría detrás del freno al desembarco de inversión china en estas latitudes. De momento, según el despacho internacional experto en asesoría a grandes empresas y fortunas, meramente coyuntural.
