El objetivo prioritario del rescate español fueron otros países de la Eurozona

Crisis del euro

El objetivo prioritario del rescate español fueron otros países de la Eurozona

Bandera de la Unión Europea

Estas reveleaciones se producen al tiempo que Italia ha logrado cerrar con Bruselas un modelo de reestructuración en el sector sin pasar por la condicionalidad española La evaluación del “Programa de Asistencia al Sector Financiero” a España entre 2012 y 2014 publicada por la Comisión Europea, sigue dejándonos perlas tras su publicación. Además de revelar la poca importancia que se otorgó a las consecuencias sociales negativas de algunas de las medidas impuestas por el paquete rescate bancario, o los conflictos de intereses de la Sareb, también contiene diversas referencias a cuáles fueron la verdaderas prioridades en el diseño del mismo. Un ‘spoiler’: no fueron los ciudadanos españoles.

Lo que en realidad trasluce a lo largo del informe, y así se menciona varias veces, es la preocupación por los efectos que la restructuración del sector financiero español podía tener sobre otros países de la Eurozona. Una consideración que parece haber pesado mucho en el diseño final del programa ya que, según se señala en otra parte del informe, éste estuvo pensado para “evitar constreñir la financiación de los bancos viables y las consecuencias para los otros países de la eurozona”.

Del mismo modo se menciona el origen foráneo de gran parte de los depósitos como factor que evitó que se considerasen otras fórmulas a la hora de compartir los costes del rescate.

Tampoco las necesidades españolas aparecen como el factor más relevante a la hora de determinar el tamaño del paquete de ayuda que, recordemos, ascendió a los 100.000 millones de euros cuando las necesidades reales fueron mucho menores: 42.000 según las cifras que ofrece el propio informe. Así, se reconoce que el paquete no se diseñó en base a un cálculo del coste real del rescate dada “la dificultad de pronosticarlo ex-ante” y se ofrece como explicación la necesidad de enviar una señal creíble a los mercados ante la incertidumbre existente. De ahí, “el margen de seguridad” ya que de fallar se “habría puesto a prueba la capacidad financiera de las barreras de la eurozona”; en una nueva referencia a esa preocupación prioritaria.

Un factor que pese al tono de complacencia con las autoridades europeas que las observaciones del Gobierno español incluídas en el informe dejan entrever, no impide a este reconocer que supuso costes para España. Así, nuestro ejecutivo señala que el tamaño del paquete de rescate solicitado hizo que los mercados financieros pudiesen interpretar que la situación del sector financiero español era aún peor.

Todo ello resulta especialmente sangrante si tenemos en cuenta que, en estos mismos días, Italia ha logrado pactar con Bruselas un mecanismo que le permitirá reestructurar el sector, sin pasar por el modelo español de rescate bancario. Es decir, evitará las condiciones macroeconómicos y realizará las reformas a su ritmo.

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