“El borrador de la reforma de las pensiones destroza a los jubilados, a los asalariados y, además, el futuro de los jóvenes”, ha afirmado la confederación griega de sindicatos del sector privado (GSEE). Alexis Tsipras tendrá que afrontar su tercera huelga general en menos de cuatro meses. Esta vez ha sido convocada por el sector privado para el próximo 4 de febrero. Un paro que viene provocado por la reforma de las pensiones que el Gobierno heleno tiene que aprobar tras lo marcado por los acreedores.
“El borrador de la reforma de las pensiones destroza a los jubilados, a los asalariados y, además, el futuro de los jóvenes”, ha afirmado la confederación griega de sindicatos del sector privado (GSEE), organizadores de la huelga. La controvertida reforma de las pensiones ha provocado ya movilizaciones en Atenas, con varios incidentes entre la policía y los manifestantes.
La Cuadriga exige al Ejecutivo de Tsipras que alargue la edad de jubilación hasta los 67 años y aumentar las cotizaciones de trabajadores y patronos a las pensiones suplementarias. Unas políticas que GSEE ha calificado como “medidas bárbaras” y por las que trabajadores, pensionistas, jóvenes y pequeños y medianos empresarios seguirán “luchando” contra lo que entienden como “políticas injustas e ineficaces”, tal y como reza el comunicado de la agrupación, recogido por EFE.
Antes de la huelga del 4 de febrero, este sábado la confederación de sindicatos del sector público (Adedy) y GSEE han organizado una manifestación conjunta en Atenas, como anticipo del parón. Para la próxima semana también hay prevista una protesta de la asociación de pensionistas y una huelga de 48 horas de los ferris en todo el país. Además estarán en huelga los ingenieros y los abogados que, tras la protesta de ayer, ampliamente secundada por unas 5.000 personas, han decidido continuar con los paros parciales hasta el próximo viernes 22 de enero.
La primera huelga general que tuvo que aguantar el líder de Syriza tuvo lugar el pasado 12 de noviembre con la austeridad adoptada por Tsipras como principal culpable. Al siguiente mes, el 3 de diciembre, el mismo sindicato que ha convocado este nuevo parón, junto al sindicato de los funcionarios Adedy y el sindicato comunista PAME frenaron el país.
