Los seguidores de Sarkozy han resultado vencedores de las departamentales, en las que la participación ha experimentado un fuerte incremento frente a la primera vuelta. Los franceses acudieron ayer en masa a votar para repeler al ultraderechista Frente Nacional, que no consiguió hacerse con el control de ningún gobierno regional en las elecciones celebradas este domingo. La participación subió más de 9 puntos porcentuales -hasta el 59%- con respecto a la primera vuelta.
El Frente Nacional, liderado por Marine Le Pen, sufrió una dura derrota en Nord-Pas-De-Calais, donde había conseguido hacerse con más del 40% en la primera vuelta. Marion Marechal Le Pen, sobrina de la líder política, y Florian Philippot, el vicepresidente d la formación, también fueron golpeados en el sureste y noreste, respectivamente.
La semana pasada, en la primera ronda, el Frente Nacional consiguió la primera posición en seis de las 13 circunscripciones que estaban en juego. A pesar de estos retrocesos, Le Pen ha señalado que estos comicios han dejado al descubierto que “ya no hay un abismo entre la derecha y la izquierda”, sino que la nueva diferenciación política en el país es “entre mundialistas y patriotas”.
A escala nacional, con el escrutinio de votos al 98%, indican que el centro derecha de Nicolas Sarkozy ha obtenido el 40,75% de los votos, mientras que la izquierda de los socialistas, verdes y radicales habría sumado un 29,23% de los sufragios emitidos. Por su parte, el ultraderechista Frente Nacional se ha quedado en el 27,44%. No obstante, los analistas políticos señalan que el expresidente francés en busca de un nuevo mandato queda en entredicho porque sus resultados son en gran parte consecuencia de la retirada de las listas de Hollande en algunos departamentos con tal de frenar el ascenso de la derecha radical.
El primer ministro francés, Manuel Valls, ha explicado que ante estos resultados los socialistas galos deben reflexionar sobre su estrategia para “ser capaces de generar el deseo a nuestros electores de ‘votar por’ en vez de ‘votar contra’”. Los correligionarios de Hollande se han alzado con la victoria en Bretaña, Centro, Borgoña-Franco Condado, Poitou-Charentes-Limusín-Aquitania y Mediodía-Pirineos-Languedoc.
A pesar de la pérdida de fuerza del Frente Nacional, el partido ha conseguido los mejores resultados de su historia. Si en su estreno en 1986, según datos aportados por el Ministerio de Interior francés, tan solo logró un 9,7% de los votos emitidos, este domingo ha logrado un 27,44%. En otras palabras, casi 2,5 veces el resultado de hace tres décadas.
