La organización internacional le ha recordado al Gobierno iraquí que la falta de investigación en ataques anteriores hace que se envíe el mensaje de que los refugiados “pueden ser asesinados con total impunidad”. El ataque de la milicia chií iraquí al Mukhtar a un campamento de refugiados iraníes en Irak donde murieron 23 personas no debe quedar impune. Ese es el reclamo que ha hecho Amnistía Internacional. El organismo ha exigido “una investigación rápida, independiente y efectiva” sobre un “acto de violencia horrible” que debe ser “tratado por la justicia”, ha afirmado el subdirector de Amnistía Internacional en Oriente Próximo y el norte de África, Said Boumedouha.
El subdirector también ha declarado que el hecho de no haberse realizado investigaciones sobre otros casos similares ocurridos con anterioridad hace que se envíe el mensaje de que “los residentes de estos campamentos pueden ser asesinados con total impunidad”. El campamento acoge a un total de 2.250 exiliados, muchos de ellos integrantes del grupo opositor de la Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán.
Este último ataque ha traído las rápidas respuestas internacionales como ha sucedido en Estados Unidos, que por medio del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha condenado el “brutal ataque sin sentido contra el ‘Campamento Libertad’”. Pero, Amnistía Internacional va más allá y no sólo lo ha condenado si no que ha exigido al Gobierno iraquí que no mantenga su silencio.
Boumedouha también le ha pedido al Ejecutivo iraquí que debe “restablecer urgentemente la electricidad y el agua y adecuar un nuevo lugar para los exiliados que huyeron del campamento” ya que los residentes de la zona han confirmado que unos 80 misiles alcanzaron el campamento y que además dañaron los generadores de electricidad que se habían instalado en el lugar.







