Alemania acelera las deportaciones de solicitantes de asilo

Refugiados

Alemania acelera las deportaciones de solicitantes de asilo

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Las nuevas medidas debían entrar en vigor el 1 de noviembre, pero los trámites para su puesta en marcha fueron más rápidos de lo previsto. Alemania puso en marcha hoy, una semana antes de lo previsto, las nuevas reglas de asilo político destinadas a reducir el flujo incesante de personas que llegan a diario al país.

Las cifras oficiales indican que Alemania podría recibir este año unos 800.000 refugiados, pero hay cálculos que elevan esta cifra a un millón y medio.

El amplio paquete de medidas aprobado la semana pasada por el Parlamento por la vía rápida permite acelerar la repatriación de los inmigrantes a quienes se les deniegue asilo.

Asimismo contempla que los peticionarios de asilo puedan permanecer más tiempo -hasta seis meses- en los centros de primera acogida y reciban ayuda en especies y no en metálico.

Las nuevas medidas debían entrar en vigor el 1 de noviembre, pero los trámites para su puesta en marcha fueron más rápidos de lo previsto, explicó el gobierno.

Organizaciones de derechos humanos, así como políticos de la oposición, juristas y expertos en migración han criticado el endurecimiento de la generosa ley de asilo que Alemania ancló en su Constitución como consecuencia de su responsabilidad por dos guerras mundiales.

Según las nuevas disposiciones, las autoridades no tendrán que anunciar las deportaciones. Podrán comprar billetes de avión y fletarán aviones chárter desde diversos aeropuertos de todo el país.

Los estados federados estarán a cargo de las repatriaciones. El gobierno central apoyará las operaciones, enviando a la policía federal como refuerzo a las regionales.

Otros tres países de la región de los Balcanes, Albania, Kosovo y Montenegro, fueron declarados «seguros», lo que implica que los solicitantes de asilo de esos Estados serán repatriados con mayor celeridad.

Al mismo tiempo se simplificarán los trámites burocráticos para habilitar hogares de refugiados y se ampliará el número de cursos de integración para los peticionarios con perspectiva de recibir asilo.

Paralelamente, la alianza de gobierno de demócratacristianos y socialdemócratas debate sobre la posibilidad de crear «zonas de tránsito» en las fronteras para agilizar la deportación de quienes no tienen derecho de permanecer en el país.

El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, anunció el viernes un acuerdo base entre los partidos oficialistas para la creación de estas zonas que reclama Baviera, el estado al sur de Alemania al que llegan a diario miles de refugiados.

Sin embargo, los socios del Partido Socialdemócrata no parecen aún del todo convencidos. «Eso va a acabar siendo una cárcel. Nunca habrá algo así con el SPD», dijo el vicepresidente del partido Ralf Stegner en declaraciones que difunde hoy el diario «Passauer Neue Presse»,

Un día antes, la secretaria general del partido, Yasmin Fahimi, señaló a dpa que el SPD no aceptaría las «zonas de tránsito» pero sí «unas oficinas de registro para solicitantes de asilo» cercanas a la frontera que decidan rápidamente si los solicitantes tienen perspectivas de poder quedarse.

Durante una visita a un albergue temporal de refugiados en una antigua base aérea en la ciudad de Erding, en Baviera, el titular de Interior negó hoy que las nuevas zonas de tránsito harían las veces de prisión. «No vamos a privar a nadie de su libertad», aseguró.

El éxodo incesante de refugiados del Cercano Oriente y África hacia el norte de Europa será abordado mañana en una reunión de crisis convocada en Bruselas por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. A la cita acudirán representantes de nueve países de la Unión Europea.

La Comisión tiene lista una propuesta para instalar una misión de control de fronteras en el límite de Grecia con Albania y Macedonia a fin de registrar a los migrantes cuyos datos no fueron tomados anteriormente en Grecia, según consta en un borrador de la declaración final del encuentro al que tuvo acceso dpa.

En Bruselas se buscarán soluciones para el caos que se ha producido estos días en los países balcánicos, donde los refugiados pasan la noche a la intemperie en medio de la lluvia y el frío. La situación ha creado fuertes tensiones entre Eslovenia y Croacia, la nueva ruta que toman los migrantes tras el cierre de la frontera de Hungría.

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