Mientras que Nicolás Maduro considera la reunión como “histórica” y especial porque se fijarán los precios del petróleo, México no tiene intención de abaratar los barriles de crudo. El próximo miércoles 21 de octubre tendrá lugar en Viena una reunión técnica entre miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros que no lo son para hablar de la crisis que vive el oro negro. México ha anunciado que acudirá mientras que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha pedido que el precio del crudo se mantenga en 70 dólares.
La reunión que el propio presidente Maduro lleva solicitando desde hace meses al fin ha llegado. Aunque no es exactamente como él quería pues precisaba una Cumbre Presidencial de Países de la OPEP y naciones asociadas y lo que ha conseguido es una reunión técnica, parece que su peregrinación por Vietnam, China, Qatar y Jamaica ha dado resultado.
Durante su gira en búsqueda de apoyo, el mandatario ha repetido en más de una ocasión que un barril de crudo que cuesta 40 dólares no era asumible y por ello, tal y como recogen los medios latinoamericanos, ha propuesto mantener en 70 dólares el precio. Así lo ha anunciado el ministro venezolano de Petróleo y Minería, Eulogio del Pino, que ha considerado la cifra necesaria para “garantizar la economía mundial”.
Aún antes de viajar hasta Viena, ya le han salido detractores a la propuesta venezolana, empezado por México. Desde el país presidido por Enrique Peña Nieto han accedido a acudir a la reunión pero han adelantado que el hecho de hacerlo no supone un compromiso a reducir la oferta mundial.
“Será para intercambiar información con otros productores” ha señalado el secretario de Energía mexicano, Joaquín Coldwell, que ha asegurado también que México no está en disposición de reducir el precio del petróleo por su “declinación petrolera, que hace que se hayan perdido poco más de un millón de barriles diarios de la producción durante los últimos 11 años”.
A pesar de la importancia que cada uno le da al encuentro, para Maduro la reunión es crucial, puesto que la economía venezolana ha salido muy castigada de la crisis del petróleo, al ser su principal fuente de ingresos. De hecho, el mandatario ha asegurado que la reunión será “histórica y especial” porque tendrá como fin común fijar los precios del crudo para estabilizar los mercados.
Habrá que esperar hasta el miércoles para ver con que talante acuden los países al encuentro de la organización de exportadores de petróleo.