El presidente del Eurogrupo ha anunciado este miércoles que el FMI habría renunciado a que el tercer rescate llevase como contraprestación una quita de deuda. La normalidad va regresando poco a poco a Grecia. Aunque una versión relajada del corralito sigue vigente en las entidades del país, el Banco Central Europeo (BCE) ha optado por ir recortando las medidas de emergencia de apoyo a la liquidez tomadas hace semanas. La decisión es fruto de una solicitud del propio banco central heleno.
En concreto, el BCE ha recortado hasta los 89.700 millones de euros la línea de liquidez de asistencia (ELA) con que cuentan los bancos griegos desde los 91.000 millones que hasta ahora ponía a su disposición. El mecanismo sigue activado, ya que debido a la particular situación de la economía helena sus entidades no pueden acudir a las subastas de liquidez al uso del organismo monetario común.
Esta decisión se enmarca en el contexto de estabilización del sistema bancario griego ahora que ya se han sentado las bases para el inminente tercer rescate internacional a Atenas. Este nuevo salvavidas asciende a 86.000 millones a repartir entre los próximos tres años, de los que 25.000 millones están predestinados a sanear los bancos del país, según han publicado ya varios medios del país citando fuentes familiarizadas con las negociaciones en curso.
Las subastas de emergencia son desde el pasado 4 de febrero el sistema más empleado por la banca griega para conseguir liquidez. Esa fue la fecha en la que la institución presidida por Mario Draghi retiró la excepción que permitía usar bonos griegos como colateral de garantía a pesar de que su rating está por debajo de los umbrales que acepta el organismo.
El FMI renuncia a la quita
Por otra parte, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha anunciado este miércoles que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aceptado que el resctate no tenga quita de deuda como contraprestación. Una circunstancia que hasta ahora suponía el máximo escollo para la participación de la institución en el nuevo salvavidas financiero a la economía griega.
Así lo ha afirmado en su comparecencia ante el Parlamento holandés para explicar los términos de la operación, como ya lo han ido haciendo en los últimos días varios de sus homólogos europeos al frente de la cartera de finanzas de cada país. Ante la cámara neerlandesa ha comentado que la Eurozona no aceptará una quita nominal de la deuda griega, según ha recogido el diario financiero local Financieel Dagblad.