Rajoy elude hablar del Sáhara, Ceuta y Melilla en su primera cumbre con Marruecos

Marruecos

Rajoy elude hablar del Sáhara, Ceuta y Melilla en su primera cumbre con Marruecos

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno

Ambos líderes han dejado de lado los temas controvertidos para construir “un camino hacia un nuevo futuro” y “arraigar relaciones”. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha descartado de la agenda a tratar con el primer ministro marroquí, Abdelilah Benkirán, cualquier asunto que pudiera ser controvertido y pudiera minar el primer encuentro con su homólogo del país vecino.

«Cuando estamos construyendo unas relaciones basadas en la confianza, empezamos por lo bueno y, sobre otros asuntos, ya hablaremos mas adelante», ha declarado Benkirán, sin esconder la poca profundidad que han adquirido las conversaciones entre ambos líderes.

Sin embargo, temas como el Sáhara Occidental o Ceuta y Melilla urgen de ser resueltos. En el primer caso, el Ejecutivo español lleva eludiendo el tema desde 1975, cuando comenzó la crisis. La situación actual es crítica y lo lleva siendo desde hace mucho tiempo, pero esto podría perjudicar a la buena relación de ambos mandatarios, por su controversia.

Desde el comienzo del conflicto, la ONU ha emitido numerosas resoluciones que urgen a facilitar al pueblo saharaui su libre autodeterminación a través de un referéndum, pero la actitud política es de completo inmovilismo. La responsabilidad de actuación recae directamente en España y en Marruecos, pero los intereses económicos de ambas naciones se interpone en el camino.

En el segundo caso, los derechos humanos entran en juego. Ambos países colaboran en las ‘devoluciones en caliente’ de los inmigrantes que logran saltar la valle de Ceuta y Melilla. A principios de este año, el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó la Ley de Extranjería que legalizaba la devolución inmediata de todas aquellas personas que llegaran ilegalmente a territorio español. Pero para esto, tuvo que reclamar el apoyo del Gobierno de Marruecos, que ‘se hace cargo’ de los repatriados. Esto, ha sido denunciado por numerosas ONGs y organismos internacionales.

Asimismo, también se ha echado en falta en la agenda de los dos líderes asuntos como el genocidio en el Sáhara Occidental perpetrado por el Ejecutivo marroquí entre 1975 y 1922, la expulsión del país vecino de una activista española a favor de los derechos de la comunidad LGTBI o la actual huelga de hambre que está llevando a cabo Takbar Haddi, que reclama el cuerpo de su hijo, muerto en territorios ocupados del Sáhara Occidental.

“Hemos abierto un camino hacia un nuevo futuro para arraigar estas relaciones”, ha indicado Benkirán, quizá abriendo la puerta a futuros diálogos más constructivos.

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