Las exigencias comerciales se insertan en un panorama actual marcado por la crisis y los pactos entre países para su propio beneficio. El orden económico internacional se ha visto expuesto a través de un filtrado acuerdo entre poderosos países que rigen el modelo mundial del comercio. Wilkileaks ha sido el encargado de destapar el secretismo con el 50 países estaban negociando el Trade in Services Agreement (TiSA).
Uno de los objetivos principales de dicho acuerdo, en el que también están implicados países como Canadá, Colombia, Japón, Suiza o Turquía, sería mantenerlo en secreto hasta incluso después de su aprobación, lo que complica aún más la situación llena de acuerdos y pactos que han visto la luz antes de lo previsto.
Recién desvelado por Wikileaks, este tratado – en el que España está incluido – ha abierto las preguntas en una dirección principal; saber si representa los valores democráticos que las naciones defienden, ya que rige el 68,2% del comercio mundial de servicios y las medidas de desregulación podrían ser ampliadas.
Referido a todos los servicios de telecomunicación, el TiSA persigue el libre comercio, apartado de regulaciones estatales y controles parlamentarios. Además, los intereses aparecen centrados principalmente sobre compañías privadas transnacionales y sin que los gobiernos ni las instituciones públicas pueden evitar este poder.
Con este nuevo acuerdo, lo acordado anteriormente en la Convención de Viena quedaría sepultado bajo la nueva tiranía del mercado, que eliminaría los controles que impedían la liberalización de global de los servicios financieros.
Este tratado ha sido revelado en paralelo a las negociaciones sobre libre comercio que también están manteniendo estos días la UE y EEUU y que, igualmente, parecen estar reservadas al mayor secretismo posible que se pueda mantener.
