La líder ultraderechista francesa ha dicho que se alegrará si el próximo domingo la formación de Alexis Tsipras gana las elecciones. En Syriza, el partido de la nueva izquierda griega que tiene grandes posibilidades de conseguir la victoria en las elecciones del próximo domingo, no han gustado nada las muestras de apoyo que han recibido esta semana de parte del ultraderechista Frente Nacional francés.
El eurodiputado George Katrugalos ha sido el encargado de salir al paso de las recientes declaraciones de Marine Le Pen, quien ha asegurado al diario progresista Le Monde que espera con alegría la probable victoria de Syriza. “Es cierto que Marine Le Pen, al igual que Syriza, critica las políticas de austeridad de Europa. Pero militamos por una Europa social, de las libertades y de los derechos sociales garantizados, cuando la visión del Frente Nacional es xenófoba y reaccionaria”, ha explicado a los medios galos el político griego.
Las polémicas declaraciones de Le Pen han vuelto a demostrar la astucia de quien ha mantenido –con ayuda de la crisis- al Frente Nacional fuera de la marginalidad. Por un lado, tal y como ella misma ha explicado, muestra su “coherencia” al posicionarse a favor de un partido que cuestiona la estructura actual de la Unión Europea pese a las diferencias ideológicas. Por el otro, Le Pen se distancia de la formación neonazi griega Amanecer Dorado con la no quiso tener nada que ver en las pasadas elecciones europeas.
Este domingo se celebrarán elecciones en Grecia. Syriza, el principal partido de la oposición hasta ahora, lidera todas las encuestas. En segundo lugar se encuentra el actual partido del Gobierno, Nueva Democracia, que sin embargo no podrá volver a contar con el histórico PASOK para organizar una nueva coalición debido a la desastrosa situación que viven los socialistas.
La posibilidad de que la formación opositora venza en los comicios mantiene en alerta a los mercados, ya que su líder, Alexis Tsipras, ha declarado en varias ocasiones ser contrario a la presencia de la Troika en Atenas y a las medidas de austeridad que ésta ha impuesto en los últimos años (a cambio de enviar varios rescates financieros para evitar la quiebra del país). Sin embargo, el propio Tsipras ha matizado su postura en los últimos meses y la banca de inversión ha dedicado las últimas semanas a calmar los ánimos con informes favorables a la permanencia de Grecia en la zona del euro.
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