España podría añadir hasta un 1% a su crecimiento anual con el precio del petróleo entre los 80 y los 90 dólares el barril. La caída sostenida en el precio del petróleo se ha convertido en un pequeño paquete de estímulo para las economías de la periferia europea, como Italia y España, ante la perspectiva de que los menores costes de combustible impulsen la demanda.
De acuerdo con los cálculos del Gobierno de Mariano Rajoy, España podría añadir hasta un 1% a su crecimiento anual con el precio del petróleo entre los 80 y los 90 dólares el barril. Italia, que se encuentra actualmente en recesión, podría impulsar su PIB en 0,3 puntos porcentuales con una caída sostenida de 10 dólares en el precio del petróleo, según analistas de BNP Paribas citados por la agencia Bloomberg.
En la misma línea, el secretario de Estado de Hacienda portugués, Manuel Rodrigues, ha señalado que el presupuesto del Gobierno se ha calculado con los precios más altos del petróleo, por lo que una caída “siempre tendrá un efecto positivo”.
Para los países del sur de Europa, como importadores de petróleo, la caída en el precio del oro negro ha supuesto una bendición inesperada, ya que se reducen los costes de la energía y un aumento del poder de adquisición de los consumidores. El propio presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, uno de los que más se han opuesto a las medidas de estímulo del BCE, ha llamado al abaratamiento del crudo “paquete de mini estímulo”.
La desaceleración mundial de la demanda, junto con la producción más alta de EEUU en treinta años, han llevado al petróleo Brent de referencia en Europa a caer un 40% desde los 115 dólares el barril alcanzados en junio. A esta tendencia se sumó además la decisión de la OPEP de mantener invariable su producción de treinta millones de barriles diarios.
En la jornada de hoy, el precio del petróleo de referencia en Europa se situaba en 71,46 dólares, después de que esta semana se llegase a alcanzar un mínimo de 67,53 dólares.
