Merkel se distancia de Francia e Italia al enunciar sus prioridades para la UE

Crisis del euro

Merkel se distancia de Francia e Italia al enunciar sus prioridades para la UE

Angela Merkel, canciller alemana

La canciller alemana presenta una agenda que aboga por una mayor austeridad. En París y en Roma creen que es hora de estimular la economía de la región para combatir el desempleo. La canciller alemana, Angela Merkel, desgranó este jueves sus prioridades para la Unión Europea en los próximos años en lo que supone ser una agenda de corte liberal que encierre una todavía mayor austeridad. Sus propuestas difieren así de las acordadas por otros países de la UE la semana pasada y resalta las demandas británicas.

La agenda de propuestas, perfilada por la canciller ante el congreso del ala económica de su partido, la CDU, se centra en aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías, reducir las trabas burocráticas, recortar las competencias de la Comisión Europea y cerrar un acuerdo de libre comercio con EEUU.

A través de estos puntos, argumentó la jefa del Gobierno alemán, se consolidará la recuperación económica europea y se podrán crear puestos de trabajo para los «millones de desempleados» que actualmente hay en la UE. Además, en la agenda deben mantenerse otras prioridades, agregó Merkel, como la consolidación fiscal que ella impulsó en toda la Unión Europea y la implementación de reformas estructurales para mejorar la competitividad. «Tres años después de haber aprobado el nuevo pacto de estabilidad volvemos a discutir lo que no deberíamos discutir nunca», afirmó en referencia al debate, espoleado en las últimas semanas por los gobiernos de Francia e Italia, para flexibilizar los límites y plazos para reducir el déficit.

Merkel pronunció su discurso frente a un público de empresarios y correligionarios proclives a este enunciado y del apoyo de ponentes que apuntaron en la misma dirección, como el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, el miembro francés del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Benoit Coeuré, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, y su propio ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble.

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