India ha sobrepasado los 286.000 casos de COVID-19, lo que le mantiene como el quinto país del mundo más afectado por la pandemia, después de sumar en un solo día 9.996 nuevos positivos, una cifra récord desde que se detectaron las primeras infecciones en este gigante donde viven 1.300 millones de personas.
El país lleva nueve días encadenando subidas por encima de los 9.000, en un momento en el que ya está en marcha la retirada progresiva de las restricciones adoptadas para contener la pandemia. En marzo, el Gobierno de Narendra Modi ordenó el mayor confinamiento de todo el mundo.
El Ministerio de Sanidad estima que hasta este jueves han perdido la vida 8.102 personas, 357 más que en el balance del miércoles. El estado de Maharashtra concentra el mayor número de víctimas mortales, en concreto 3.483, informa la cadena de televisión NDTV.
Modi ha asegurado ante un grupo de empresarios que una crisis como la del coronavirus puede representar también una «oportunidad» para la construcción de la nueva India, al igual que otros desafíos como los recientes temporales o el brote de langostas del desierto.
«Nuestra resolución y nuestra fortaleza son la mejor cura para nuestros problemas», ha dicho el primer ministro, que ha llamado a la utilización de productos locales y a buscar nuevos mercados para exportaciones. «El objetivo de la autosuficiencia ha sido central en la política y la práctica de nuestro país», ha enfatizado.
