Con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los requisitos establecidos y de ofrecer una prestación satisfactoria a sus clientes, la Federación Alemana de Servicios Sexuales anunció ayer la puesta en marcha en el país de un sello de calidad para prostíbulos. El distintivo se implantará en tres etapas y en la actualidad se está estudiando su concesión a 24 burdeles.
Según explicó una portavoz de la organización, en un primer momento se determinará si el local en cuestión se posiciona en contra de la violencia, la coerción y la criminalidad, así como a favor de condiciones de trabajo justas e higiénicas.
En la segunda etapa se valorarán las instalaciones y en la última etapa un ente independiente se encargará de verificar el sello de calidad.
Con este certificado, la Federación Alemana de Servicios Sexuales busca contrarrestar la mala imagen y la denostación de la que, en su opinión, son víctimas tanto los lupanares como los trabajadores del sexo.
Alemania legalizó la prostitución en 2002. En la primera economía europea esta actividad está considerada un trabajo como cualquier otro y sus profesionales de esta industria pagan sus correspondientes impuestos.
