El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha abandonado el hemiciclo y se ha sumado a la protesta de los pensionistas que se manifestaban a las puertas del Congreso para exigir mejoras en las prestaciones y que se garantice la revalorización de las prestaciones con el IPC. Y lo ha hecho, según sus propias declaraciones por una cuestión de “respeto” y también para evitar, “que pudiera haber una agresión a cualquier pensionista.
Iglesias ha justificado su decisión de arropar al cerca de un centenar de jubilados que protestaban en el Congreso y de colocarse entre los manifestantes y las fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por una cuestión de respeto: “Nuestra obligación era estar aquí” para que no pasara nada y al final todo ha transcurrido de forma tranquila.
El secretario general de Podemos denuncia que “no se puede recibir a la generación de la democracia y sin la que hubiera sido imposible la moción de censura”. “A esta gente hay que abrazarla y se merece más respeto”, ha dicho Iglesias. “Esta gente nos trajo la democracia y no se les puede tratar a empujones”, concluyó.