La infraestructura estará ubicada en Ibiraci, en el Estado de Minas Gerais, y la adjudicación ha sido concedida por el regulador del sistema eléctrico de Brasil, la Agencia Nacional de Energia Elétrica (ANEEL), en un concurso internacional para atraer inversiones y mejorar y ampliar las redes de transmisión del país.
El proyecto está compuesto por la subestación Estreito, de 500.000 voltios y que cuenta con tres compensadores síncronos, una instalación que, según Iberdrola, «proporcionará mayor fiabilidad y flexibilidad operativa en escenarios críticos de alta importación de energía por parte de la región sudeste», además de garantizar el control del voltaje en el sistema de alta y media tensión de São Paulo.
El plazo máximo para la entrada en operación comercial establecido por ANEEL es de 48 meses, a cumplir en marzo de 2026, «aunque se espera que este plazo se adelante», matiza la compañía eléctrica.
Iberdrola también estima que la construcción del proyecto implicará la creación unos 1.700 empleos directos y «numerosos» puestos de trabajo indirectos.
A través de Neoenergia, Iberdrola gestiona en Brasil una red de distribución de 540.417 kilómetros y cubre una población de 34 millones de personas.
Además, cuenta con alrededor de 3.700 megavatios (MW) renovables en operación y da servicio de electricidad a 15,7 millones de clientes.
