En concreto, el primer proyecto será la planta de hidrógeno ‘Cromarty’, ubicado justo al norte de Inverness, que está diseñado para suministrar hasta 20 toneladas de hidrógeno verde diarias a partir de 2024 y, en función de la demanda de los clientes, tiene el potencial de alcanzar hasta 300 megavatios (MW) en una serie de fases de expansión modular.
Cuando entre en operación, a partir de 2024, este proyecto será el mayor de Reino Unido, con una potencia en su fase inicial de hasta 50 MW, pudiendo expandirse en el futuro hasta esos 300 MW. Desbancará así a la planta de hidrógeno verde de 20 MW que el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán está construyendo en su parque eólico de ‘Whitelee’, a las afueras de Glasgow, que está previsto que entre en operación en 2023.
La planta de ‘Cromarty’ permitirá así desplazar las fuentes de combustible fósil existentes y garantizar el suministro de hidrógeno verde en los procesos de calefacción de las destilerías de whisky, con una posible aplicación adicional a otras aplicaciones de fabricación local, producción de alimentos y calefacción industrial.
El proyecto es el resultado de un exitoso estudio de viabilidad realizado por ScottishPower y Storegga, en colaboración con las principales destilerías Diageo, Glenmorangie y Whyte & Mackay, que tienen todas ellas operaciones en la región de Cromarty, señaló la filial de Iberdrola.
Como parte del cumplimiento de los ambiciosos objetivos de reducción de carbono establecidos por uno de los sectores exportadores más valiosos de Escocia, el uso de hidrógeno verde descarbonizará los procesos de producción, lo que ayudará a que el whisky, la bebida nacional de Escocia, sea más ecológica.
Junto a este proyecto, la alianza del grupo energético y Storegga también mantiene negociaciones sobre proyectos similares para otros clientes e industrias.
Se prevé que los proyectos proporcionen cientos de megavatios de capacidad de producción de hidrógeno verde antes de que finalice la década para el sector de la destilería.
El hidrógeno verde, al ser «de fabricación nacional», presenta claras ventajas en cuanto a la seguridad del suministro energético. Además de acelerar el potencial de los procesos de calefacción industrial más limpios, el hidrógeno verde está preparado para transformar el sector del transporte pesado en todo el país, con un combustible limpio que podría impulsar vehículos como los camiones de recogida de basuras, los autobuses y los camiones de gran tonelaje. El hidrógeno verde es también un combustible limpio alternativo adecuado para el ferrocarril, el aire y el transporte marítimo.
El hidrógeno verde es una de las apuestas estratégicas del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán para impulsar y liderar la transición energética.
Iberdrola encabeza el desarrollo de esta tecnología con más de 60 proyectos en ocho países (España, Reino Unido, Brasil, Estados Unidos, entre otros) para responder a las necesidades de descarbonización.
Dentro del plan de inversión a 2030 de la energética, que asciende a 150.000 millones de euros, el hidrógeno verde será un gran vector de crecimiento.
El grupo cuenta en la actualidad con una cartera de proyectos de hidrógeno verde que requerirá inversiones de 9.000 millones de euros a 2030, con el objetivo de desarrollar 4.000 MW de electrolizadores.
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