Así lo ha anunciado la compañía presidida por Ignacio Galán, que explica en una nota que dicha empresa cuenta con 1.350 km en líneas de media y baja tensión, 21.000 puntos de suministro, 19.000 clientes comercializados y 6,8MW de capacidad instalada con plantas fotovoltaicas y generación hidroeléctrica. “Estos activos se integrarán en el negocio de Iberdrola, reforzando las operaciones y presencia en la región”, detalla.
Con esta compra, Iberdrola refuerza su “compromiso con la eficiencia energética” en las provincias de Castellón y Teruel.
La transacción se alinea con el plan estratégico de Iberdrola, “focalizado en un mayor peso del negocio de redes eléctricas”. Ante las nuevas demandas de electrificación, la compañía se ha comprometido a invertir más de 13.000 millones de euros entre 2025 y 2026 en el negocio de redes.
La compañía pretende alcanzar los 51.000 millones de euros de activos de redes regulados este año, frente a los 49.000 millones de euros del primer trimestre.
La transacción está pendiente de recibir la aprobación de la CNMC para su cierre.