Según HRW, las operaciones militares israelíes provocaron una expulsión sin precedentes en estos tres campos, acompañada de la destrucción de más de 850 viviendas y estructuras esenciales.
La organización sostiene que las autoridades israelíes no respetaron las protecciones internacionales sobre desplazamientos en territorios ocupados y denuncia que las familias afectadas siguen sin poder retornar.
Las acusaciones se dirigen a varios altos mandos militares y miembros del Gobierno, a quienes HRW responsabiliza de las redadas y las órdenes de demolición.
HRW denuncia que Israel expulsó por la fuerza a miles de palestinos sin permitir su regreso
Israel acusado de expulsiones y destrucción masiva en Cisjordania
En su informe, HRW cita a Nadia Hardman, investigadora sénior sobre derechos de refugiados y migrantes, quien aseguró que las fuerzas israelíes “expulsaron por la fuerza a 32.000 palestinos de sus hogares (…) sin respetar las protecciones del derecho internacional”. Según la organización, estos desplazamientos se produjeron entre enero y febrero, en medio de operaciones militares intensivas.
Las fuerzas israelíes habrían destruido más de 850 viviendas y estructuras esenciales
Hardman añadió que, mientras la atención global se concentra en Gaza, en Cisjordania se han cometido “actos de limpieza étnica” que deben ser investigados y enjuiciados por organismos internacionales. El informe advierte de un deterioro humanitario rápido y de la ausencia de garantías de retorno para las familias desplazadas.
Petición de sanciones contra altos cargos israelíes
La ONG insta a gobiernos y organismos internacionales a imponer sanciones selectivas contra altos mandos israelíes supuestamente implicados en estas acciones. Entre los señalados figuran los tenientes generales Herzi Halevi y Eyal Zamir, actuales y anteriores jefes del Estado Mayor; el ministro adjunto de Defensa Bezalel Smotrich; el ministro de Defensa Israel Katz; y el primer ministro Benjamín Netanyahu.
HRW pide sanciones contra mandos militares y miembros del Gobierno israelí
HRW considera que sus responsabilidades directas en las redadas y en las órdenes de demolición justifican medidas internacionales inmediatas para frenar nuevas expulsiones.





