El fabricante japonés vuelve a números rojos en su recién acabado año fiscal y prevé también pérdidas para el presente ejercicio. La PlayStation es uno de los ‘buques insignias’ de Sony, la cuarta de la generación de la videoconsola, que se lanzó a finales de diciembre del año pasado no defraudó, y, como sus antecesoras, se convirtió en todo un éxito de ventas aplastando a su competidora, la Xbox One, que salió al mercado en las mismas fechas. Pero ni siquiera la altísima demanda de la PlayStation 4 ha conseguido evitar que el gigante japonés registrara unas pérdidas de 128.400 millones de yenes (916 millones de euros) al cierre de su año fiscal, que finalizó en marzo.
La tecnológica vuelve así a los números rojos, después de lograr en el ejercicio precedente unos beneficio de 41.500 millones de yenes (296 millones de euros). En cuanto al cuarto y último trimestre del año fiscal, en el se produjeron gran partes de las ventas de la videoconsola, Sony perdió 138.200 millones de yenes (986 millones de euros), frente a las ganancias de 93.200 millones de yenes (665 millones de euros) del mismo periodo del año anterior.
Unas cifras decepcionantes pese a que gracias al lanzamiento de la PlayStation 4 la facturación de la división de juegos aumentó un 38,5%; mientras que el negocio de ‘smartphones’, capitaneado por la familia de móviles Xperia, incremento sus ingresos en un 29,6%.
Pero lo que más preocupa sobre las cuentas de Sony son sus pronósticos para el ejercicio en curso. La compañía nipona prevé también pérdidas para el año fiscal 2014, que se cerrará en marzo del año que viene. En concreto, estima unas pérdidas de 50.000 millones de yenes (unos 356 millones de euro).
