Tiene una fuerte densidad de energía, es biodegradable y económica. Las baterías de los teléfonos móviles duran cada vez menos. El uso de aplicaciones, el visionado de vídeos o la escucha de música a través de estos dispositivos ‘acortan’ su vida desenganchada de la corriente, por eso, muchos proyectos tecnológicos van encaminados a alargar la duración de las baterías. Los investigadores de Virginia Tech han descubierto una ‘dulce’ solución: el azúcar.
La compañía ha desarrollado una batería que funciona con azúcar y tiene una fuerte densidad de energía, según han explicado sus autores. No es la primera vez que se recurre a la glucosa para fabricar una batería, pero ésta tiene una densidad de energía de un orden de magnitud mayor que las demás, lo que le permite funcionar más tiempo antes de tener que repostar.
Según informa Europa Press, la batería de azúcar podría ser una realidad y revolucionar el mercado de la electrónica en unos tres años. Es biodegradable, muy económica y podría usarse en móviles, tabletas y otros dispositivos.
La batería de azúcar combina combustible con aire, para generar electricidad y agua como los principales subproductos.







