Intel ha lanzado por fin oficialmente sus chips, Haswell, unos procesadores que prometen mejorar un 15% en el funcionamiento de los dispositivos y alargar un 50% la vida de la batería, hasta tres veces más en espera, con respecto a la gama Ivy Bridge.
Y es que según el fabricante, algunos productos alimentados con el nuevo Haswell, podrían funcionar hasta nueve horas y permanecer entre 10 y 13 días en espera. Supone “el mayor incremento en la duración de la batería que ha logrado Intel jamás”, ha afirmado Kirk Skaugen, vicepresidente y manager general del Área de Clientes de la empresa.
Con este lanzamiento, Intel pone la mira en los productos híbridos, aquellos que combinan lo mejor de los portátiles notebook y lo mejor de las tabletas. Por ahora, están disponibles varios sistemas basados en los chips de cuatro núcleos, y los primeros ultrabooks híbridos y los primeros all-in-one portátiles, llegarán al mercado este verano. Los dispositivos móviles tendrán que esperar hasta finales de año.