El comercio electrónico es algo mundialmente reconocido, todos sabemos lo que es y cómo funciona; sin embargo hay modalidades de éste que a pesar de no ser tan recientes, no han sido aún descubiertas y explotadas por los comerciantes, como es el caso del dropshipping. Se trata de una de las formas de negocio que nos ofrece el e-commerce y consiste en la venta al por menor de productos que el propio minorista no tiene en sus instalaciones, es decir, no dispone de stock físico, por lo que actúa como intermediario entre el fabricante o proveedor y el cliente.
Es una oportunidad de negocio ideal para aquellos que quieran disponer de un negocio online pero sin correr demasiado riesgo ni tampoco incurrir en elevados costes. Su funcionamiento es simple, a través de la web creada se ofrecen los productos aportados por un mayorista o un importador local, que será también el que se encargue del envío y la gestión. De este modo el encargado de la web será un intermediario que se ocupará de la creación de la página, la comunicación con el cliente y la promoción del producto, ayudando al mayorista a acceder a un nuevo canal de ventas sin tener que cambiar su actividad ya que continuará produciendo y entregando el producto a sus clientes como ha hecho siempre.
Son muchas las ventajas que proporciona este modelo de negocio, pero la más destacable es el reducido riesgo financiero. Al tratarse de un producto que ya está a la venta y sabiendo que tiene demanda, el éxito es mucho mayor en comparación con el lanzamiento de productos nuevos que pueden fracasar. El minorista debe encargarse de posicionar adecuadamente la marca en los principales motores de búsqueda, para que sea visible y fácil de encontrar por los potenciales clientes. La inversión inicial es reducida y accesible para todo el mundo, pues siempre se puede contar con los créditos sin papeles como ayuda para comenzar esta nueva forma de negocio. Otro de los atractivos del dropshipping es el hecho de disponer de un catálogo exclusivo y susceptible de ser actualizado en cualquier momento para seguir las tendencias. Al contrario de lo que ocurre en otras empresas que deben dar salida a los productos que tienen en stock, en este caso se puede modificar asiduamente los productos ofertados sin incurrir en ninguna pérdida.
Por otra parte, en todo lo referente al mundo de los negocios siempre existen aspectos negativos y posibles amenazas. En el caso del dropshipping, una de las mayores desventajas es la dependencia del proveedor o fabricante con el que se trabaje porque, evidentemente, sin él no hay negocio que valga. La solución parece simple, no depender solo de uno y trabajar con varios. Puede funcionar pero en muchos casos eso no gusta a los proveedores pues lo que les interesa a ellos es que el dropshipper se vuelque en sus productos exclusivamente. Otra de las sombras que se ciernen sobre el encargado de la web es el trato directo con el cliente, pues será él quien tendrá que dar la cara en caso de queja. De hecho, uno de los problemas más habituales por los que el cliente puede quedar descontento es la falta de coordinación entre minorista y mayorista a la hora de actualizar el inventario. En ocasiones el dropshipper tiene en la web un producto que ya no está en stock, pero como el proveedor no ha entregado a tiempo el inventario éste no lo sabe y cuando un cliente lo añade a su cesta de la compra tendrá que ser él mismo el que explique el error y le diga que no es posible efectuar la venta.
A pesar de esto, el dropshipping es una buena oportunidad para aquellos que quieran meter la cabeza en el mundo de los negocios online y no dispongan de una gran cantidad de capital que invertir. Para aprender más en profundidad cómo funciona y los pasos recomendados a seguir para tener éxito, existen guías a las que se puede recurrir para ampliar el campo de aprendizaje.
